El incremento del interés por el fisicoculturismo y el fitness en los últimos años, tanto a nivel particular como profesional, ha provocado que hayan aparecido nuevas categorías en las competiciones oficiales. Dos de ellas han tenido una acogida especialmente buena: el Bikini Wellness y el Bikini Fitness.
El wellnes es sinónimo de bienestar físico, psíquico y emocional ya que tiene en cuenta más aspectos, además de la salud física. Se usa esta actividad para alcanzar el bienestar emocional buscando ese ansiado equilibrio entre cuerpo y mente.
De esto sabe mucho Sara Pascual Galván, madrileña de nacimiento, pero vallisoletana de adopción, que el pasado sábado, 7 de mayo, consiguió proclamarse campeona de Europa de Bikini Wellness en Santa Susana (Barcelona), en la categoría de hasta 1,68 metros.
“Me sentí muy sorprendida cuando conseguí ser la ganadora”, asegura, añadiendo que, en el momento del veredicto, al ser nombrada vencedora, estaba “tan nerviosa” que “no se acordó de nadie”, únicamente del “trabajo y el entrenamiento de los últimos seis meses”, que hizo que finalmente tocara el cielo.
Premio al esfuerzo de seis duros meses
“Dentro del fitness-culturismo, el Bikini Wellness es una categoría en la que se exige un físico determinado, hay unas reglas, y debes de contar con una masa muscular determinada en el tren inferior. Se pide más físico que estético. Que estés en forma y entrenes. Al final, que se note que entrenas a diario”, confiesa en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León la campeona.
Fue el fin de semana del 7 de mayo, cuando esta madrileña de nacimiento, que creció en Valladolid hasta los 18 años, momento en el que se fue a estudiar a León y que ahora vive en Valencia, consiguió proclamarse campeona de Europa de la modalidad, en categoría de hasta 1,68 metros.
“Para acceder a esta competición tienes que ser elegida por la Selección Española. Fui seleccionada y representé a España en ese campeonato de Europa. Al final fue bien, no me puedo quejar”, confiesa Sara, satisfecha y orgullosa.
Se disputó la competición en un total de cuatro categorías, con 40 participantes aproximadamente, pero el éxito no llega porque sí. Hay que trabajarlo. La vallisoletana de adopción afirma que ha estado “trabajando duro medio año” para “triunfar en la competición” realizando “más cardio” y “una dieta más estricta”. “He apretado mucho este último medio año”, añade. La clave del éxito, ese esfuerzo.
Valladolid y nuevos retos
“Mi padre era militar. Cuando dejó de serlo vinimos desde Madrid a Valladolid porque mi madre es de aquí. Valladolid es la ciudad en la que he crecido y en la que he pasado prácticamente toda mi vida. Me considero vallisoletana”, confiesa, con nostalgia. Ahora tiene su casa en Valencia donde se está haciendo un hueco en el mundo del deporte.
Esta luchadora, de 26 años, nos confiesa que “no se esperaba ganar” y que “no tenía pensado seguir en la competición” pero tras el triunfo ha vuelto a coger impulso y mira ya al Campeonato de España que se disputará el 3 de junio con las expectativas altas de intentar conseguir un segundo triunfo que sería aún más especial.
“Intentaremos ganar”, afirma. En un campeonato nacional que se va a disputar en Estepona (Málaga). Más lejos queda el Mundial cuya participación en el mismo “tiene que valorar”, como nos confiesa, tras meses duros de entrenamiento que le llevan al anhelo de buscar un respiro, parar y tomar impulso de nuevo.
El deporte: su vida
“Hace once años, cuando empecé en el gimnasio, no tenía ni idea de qué hacer ni cómo hacerlo, y cuando comencé a informarme y a estudiar la carrera en la universidad decidí que quería ser esa persona que me hubiese gustado en mis comienzos. Por lo que después de todos estos años aplico todo aquello que he aprendido intentando conjugar conocimientos, ciencia y experiencia propia y aplicarlo a mí misma y a mis clientes”, asegura Sara en la web de la que es su profesión.
Esta graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, con especialización en nutrición deportiva, es entrenadora personal desde el 2014, desde el 2013, online. “Intento diferenciarme y dar calidad a mis servicios haciéndolo siempre totalmente personalizado y adaptado a cada persona. Además, intento establecer una relación de confianza y afecto para que el trabajo sea mucho más cómodo y ameno para ambas partes”, añade.
Sara está “muy contenta” de ser entrenadora personal. Lo tenía claro desde hace años. Su padre tiene mucha culpa del amor que ella tiene por la actividad deportiva ya que desde pequeña se lo ha inculcado. “El deporte es mi vida. Mi trabajo, lo es todo”, afirma.
Una mujer de oro, campeona de Europa de Bikini Wellness, con las cosas muy claras y la ilusión por bandera.