Esta mañana se ha celebrado el Debate del Estado de la Provincia en la Diputación de Valladolid. El pleno extraordinario comenzaba con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la pandemia. Acto seguido, tenía lugar la intervención del presidente, Conrado Íscar, quien ha realizado un balance de la legislatura desde su comienzo en 2019. También ha manifestado su deseo de "seguir avanzando en el cumplimiento del compromiso".
Conrado Íscar ha agradecido al resto de los grupos políticos "su predisposición a trabajar juntos" en los peores momentos de la COVID-19, y ha recordado el plan de choque implementado con un presupuesto de 13 millones de euros en apoyo a "los sectores más afectados, a los ayuntamientos y a las personas más vulnerables".
El presidente ha recordado algunas de las medidas puestas en marcha a lo largo de la legislatura para "garantizar y mejorar la calidad de vida de los vecinos", en materia de políticas sociales. En este sentido, ha destacado la asistencia a las personas mayores, el apoyo a los jóvenes, el plan de vivienda en el medio rural, la conciliación familiar o el respaldo al comercio de proximidad. También ha hecho referencia al plan de depuración de las aguas residuales y al "compromiso con el medio ambiente", aspectos a los que han hecho referencia otros grupos políticos.
Acto seguido, ha sido el turno del representante de Vox, Mario de Fuentes, que se ha mostrado crítico con la gestión de la Diputación y ha destacado que "la pandemia ha servido para reflejar las carencias de esta institución" y el incremento, tras esta, de la pérdida de población activa y el aumento del envejecimiento, "que está poniendo en peligro extremo a muchos pueblos". De Fuentes también ha querido poner de manifiesto la dificultad burocrática con la que se encuentran los ayuntamientos a la hora de acceder a las subvenciones de la Diputación.
El portavoz de Toma la Palabra, Marcos Diez, ha recalcado la necesidad de modernizar la institución, que sigue con "las subvenciones y convenios de siempre, como si esta provincia se pudiera gobernar igual en 2002 que en 2022". Diez también ha querido poner de manifiesto la ausencia de un "plan estratégico para la movilidad sostenible" y de "un plan de lucha contra la despoblación", así como la necesidad de mejores infraestructuras. El portavoz ha manifestado que la Diputación de Valladolid "no está para ayudar a los pueblos, sino para chuparles la sangre y vivir a su costa".
En su turno, Gema Gómez, portavoz de Ciudadanos, ha destacado la gestión de la institución durante la pandemia y la búsqueda de acuerdos entre los diferentes grupos.
Por su parte, Francisco Ferreira, portavoz del PSOE, se ha centrado en la despoblación y en la falta de soluciones por parte de la Diputación de Valladolid, "hace muchos años que sus dirigentes han renunciado a dar soluciones a los problemas del mundo rural, dedicando sus energías a justificar la nefasta gestión de la Junta de Castilla y León". Ferreria también ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar las telecomunicaciones en la provincia y la asistencia sanitaria y la protección social en los municipios.
Por último, ha hecho referencia a algunos de los problemas medioambientales a los que se enfrenta la provincia, como la recogida selectiva de los residuos o la depuración de las aguas residuales, que "debería ser una prioridad", pero para lo cual "no tenemos una estrategia conjunta a nivel provincial".