Como no podía ser de otra manera tras la resaca del ascenso del Real Valladolid, comenzamos hablando con Fernando Oyagüez de fútbol. “He visto casi todos los partidos. Ha sido tremendo. El domingo me tocó sufrirlo solo en casa, en Madrid, al estar confinado”, asegura mostrando los colores de su corazón: el blanco y el violeta.
Este actor vallisoletano, de 33 años (cumplirá los 34 en agosto) es protagonista en la película ‘El Comensal’ dirigida por Ángeles González-Sinde y que cuenta con otros intérpretes de calidad como Susana Abaitua, Adriana Ozores o Ginés García Millán.
La película, que se estrenó el pasado 27 de mayo, es una adaptación de la novela homónima autobiográfica de Gabriela Ybarra, que cuenta las secuelas que supuso para su familia el asesinato a manos de ETA de su abuelo paterno, el empresario y político Javier de Ybarra, en verano de 1977.
Fernando cuenta cómo fue el rodaje y muchas cosas más en esta entrevista para EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León
P.- ¿Cuándo comienza en el mundo del cine?
R.- Cuando tenía 12 años mi madre me apuntó a un casting para un cortometraje que se rodaba en Renedo, en Valladolid. Dirigido por Ramón Margareto que más adelante ganaría un Goya. Empecé ahí y yo no estaba interesado en ser actor. Mi madre tuvo la corazonada de que tenía que participar. Lo hice, me cogieron, y todo empezó. Yo aluciné con las cámaras, aprendiendo un texto, repitiéndolo y jugando. Fue un gran descubrimiento.
P.- ¿Qué estudió?
R.- Estudié arte dramático. Para eso tenemos una Escuela maravillosa en Valladolid. Es una de las grandes suertes que he tenido yo. Cuando era adolescente me venía a Madrid, hacía castings y buscaba la forma de dedicarme profesionalmente a esto. Al cumplir los 19 años tuve la suerte de poder centrarme en adentrarme en unos estudios reglados de interpretación. Cuando lo hice era una licenciatura. Ahora es un grado. Soy licenciado en arte dramático, en Valladolid.
P.- ¿’El Comensal’ es su primera película en la gran pantalla?
R.- Sí, esta es la primera película. La primera gran oportunidad que me llega en el cine. He hecho televisión anteriormente, pero nada de cine. Que sea así, con un personaje protagonista, y con el reparto y el proyecto, me hace estar muy ilusionado.
P.- Ha trabajado en otros formatos como series y demás.
R.- He hecho bastantes. Entre las más reconocidas: Reinas, en Televisión Española. También 45 Revoluciones, o Acacias. Haces muchos trabajos más pequeños y te vas haciendo camino. La que más repercusión tuvo fue Reinas. Hice de Juan de Austria y esa experiencia me gustó.
P.- ¿Cómo ha sido la grabación de ‘El Comensal’?
R.- Se terminó de grabar hace un año. Tuvimos suerte porque fueron tres meses de rodaje con test contra el COVID-19 a diario y no hubo ningún positivo. Una suerte increíble. Fue un rodaje maravilloso. Estuvimos en Bilbao y en los bosques de Navarra. Muy intenso, porque la película lo es, pero lo recuerdo como algo maravilloso.
P.- En la película juega uno de los papeles principales.
R.- Sí, el personaje que hago es el de Fernando Arriaga. Comparto con Ginés García Millán. La historia está separada en el tiempo. Hay una parte que pertenece a los años 70 y otra a la contemporánea. Yo estoy en la parte de los años 70, en el año 1977 para ser más exacto. El personaje es el hijo de un empresario vasco que una mañana es secuestrado en su propia casa por ETA. Les pidieron 1.000 millones de pesetas por el rescate del empresario. Algo disparatado. Fernando intenta buscar la solución al problema y, al final, acaban asesinando al padre.
P.- ¿Cómo es trabajar con la dirección de Ángeles González-Sinde?
R.- Yo no conocía de nada a Ángeles y, para mí, ha sido un placer enorme. En el primer momento en el que hice las pruebas de grabación con ella ya hubo una conexión y una química tremenda. Durante el rodaje más. Ángeles es una directora brillante. Es una persona lúcida, inteligente, intuitiva, emocional… Es, para mí, una directora perfecta y ha sido un placer trabajar con ella.
P.- La película ‘El Comensal’ ha recibido buenas críticas
R.- Estos días de promoción, que te relacionas con la gente y haces preestrenos y promociones, y ves la opinión de la gente, tuve buenas sensaciones. Al final es una película en la que la gente tenía muchas expectativas puestas porque habían leído la novela. Otros no conocían la novela, van a verla y entienden que es un tema delicado al estar ETA de por medio y también está la enfermedad de la madre. Creo que la gente está conectando con la película. El cine de Ángeles es muy sensible y especial. Por ahora estamos teniendo buen feedback con el público.
P.- Vallisoletano de nacimiento. ¿Qué es Valladolid para usted?
R.- Es una muy buena pregunta. Te podría dar una respuesta típica de que Valladolid para mí son muchas cosas, mi familia, etc. La relación que tengo con la ciudad va cambiando. Ahora que llevo tiempo fuera, y porque me voy haciendo más mayor, tengo nostalgia y voy entendiendo mi relación con la ciudad del Pisuerga. Mi relación con Valladolid siempre ha estado entre el amor y el odio. Tengo claro que cuando estoy lejos de Valladolid es cuando más la quiero. Yo soy vallisoletano, eso es indiscutible, me siento vallisoletano y creo que me ha hecho la persona que soy con lo bueno y con lo malo.
P.- ¿Qué supone llevar el nombre de Valladolid por toda España?
R.- Al final, en la parte que a mí me toca, supone sumar un granito de arena al nombre de Valladolid ligado a la cultura. La ciudad es cuna de grandes artistas y de grandes actores. Siempre los ha habido, más allá de los grandes nombres como el de Concha Velasco. Contemporáneos míos hay en Madrid muchos actores, de gran calidad. Alberto Velasco es conocido y hay muchos más a tener en cuenta.
P.- Objetivo y deseo a corto y medio plazo. ¿Con quién le gustaría trabajar?
R.- El objetivo y el deseo son que vaya el mayor número de personas a ver esta película al cine porque hay que verla en la gran pantalla. No tengo preferencias por trabajar con nadie, pero si en algún momento de mi carrera tengo la posibilidad de volver a hacerlo con Ángeles, sería muy bueno.