Veo el futuro con buenos ojos. Quiero hacer cosas que me hagan feliz. Soy muy positiva y tengo ganas de vivir nuevas experiencias. Mi abuelo soñaba con que yo estudiara medicina. Falleció el miércoles. Le enterramos el viernes, cuando nos dieron las notas. Todo es por él”, asegura Laura Cuesta Bartolomé.

Esta vallisoletana, que ha estudiado Ciencias de la Salud en el Colegio Lourdes de la ciudad del Pisuerga, ha conseguido sacar un 10 en la primera parte de la EBAU, en el distrito la Universidad de Valladolid, para una calificación final de 13,94, sobre 14. La mejor de todas.  

Comparte este reconocimiento con Pilar Martínez, del Pinoalbar, en Simancas. Ella consiguió también la calificación perfecta en la primera parte de la prueba: un 10. Para llegar al 13,8 final, otra notaza.

Quiero seguir el ejemplo de mis padres y de mi abuelo, que son médicos. Son buenos profesionales y busco dar lo mejor para ser como ellos. Tengo ganas de aplicar los conocimientos del colegio en la universidad y de conocer gente nueva”, explica Pilar en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León.

Laura: 10 y 13,94. “Si te entrenan para 20 kilómetros, corres bien diez”

Laura Cuesta Bartolomé es una vallisoletana de 18 años que estudió Ciencias de la Salud en el Colegio Lourdes. Amante del deporte, de la lectura, de escuchar música, de la naturaleza y de coger la mochila para disfrutar de un buen viaje a cualquier pueblo de España en general o de la provincia de Valladolid en particular.

“Tuve los exámenes finales en las últimas fechas de mayo. Al final, la preparación fue la misma que para la EBAU. Repasaba los contenidos y hacía exámenes de otros años”, nos cuenta y asegura que es “muy importante la rutina y organizarse”. Por la mañana “estudiaba historia o lengua” que “eran más teóricas” y por la tarde “matemáticas o química” con “supuestos más prácticos”.

Ensalza la importancia de la preparación. De organizarse, de dormir y de hacer otras cosas que ayuden a evadirse. “Leer, salir a veces, hacer deporte… desconectas para volver a sentarte en la mesa con la mente fresca y seguir estudiando”. Afirma, sin titubeos, que “es mejor trabajar un poco cada día que no diez horas el anterior”.

Ella hizo los exámenes en el aulario de Industriales. Lengua, Historia, Inglés, Matemáticas. Todo dieces. Y Biología y Química. “Preguntaron lo que tenían que preguntar. En mi colegio nos guiaron muy bien. Estoy muy contenta. Si te entrenan para 20 kilómetros, corres bien diez”, afirma en claro reconocimiento a los profesores de su colegio.

Sacó un 10 en esas cuatro primeras pruebas citadas para un 13,94 en total. El de Química asegura que fue el examen más difícil y sacó un 9,7, menos mal.

Pilar: 10 y 13,8. “Hay muchas cosas que no he hecho este año por estudiar”

Pilar Martínez es otra vallisoletana, de 18 años, que estudió el mismo bachillerato que nuestra protagonista anterior en el colegio Pinoalbar de Simancas y que es una amante del deporte. Tanto que ha practicado baloncesto y gimnasia rítmica, como asegura orgullosa.

“Me he preparado la EBAU estudiando mucho. Son exámenes muy difíciles. Me hice mi horario y me dividí el temario por días. También los descansos y las salidas con mis amigos y familia para desconectar un poco. Hay muchas cosas que no he hecho este año por estudiar”, añade.

Nos explica que los exámenes los hizo en Teleco y que “tenía muchos nervios el primer día”. “Viajé en coche con mi madre y me iba mentalizando. Al llegar, me relajó mucho conversar con mis amigas”, explica.

Historia, Lengua, Matemáticas e Inglés. Química y Biología. Un diez en la primera parte y un 13,8 en total. Un logro conseguido a base de esfuerzo y mucha dedicación porque al final, todo tiene su recompensa y de eso sabe mucho Pilar.

“Iba con miedo a la prueba de Historia, pero el examen que más complicado me resultó fue el de Química. Saqué un 9,2”, añade.

Pasión por la medicina

“Por supuesto que no esperaba ser la mejor nota. No te esperas un diez. Esa nota es la perfección y yo no soy perfecta”, explica Laura que recalca que quiere estudiar medicina por “vocación”. “Pensar que puedes salvar vidas o mejorar las condiciones de las personas te realiza”, añade.

Pilar tampoco se esperaba llegar al 10. “Confiaba en sacar una nota alta porque me había salido muy bien, pero fue sorprendente para mí. Me había esforzado mucho pero nunca piensas en obtener la calificación perfecta”, añade.

Ambas sueñan con ser médicas para ayudar a los demás después de conseguir el gran logro de sacar la nota más alta de la EBAU, a base de hincar codos, en la provincia de Valladolid.

 

Noticias relacionadas