La Policía Nacional ha detenido, a primera hora de la tarde de este miércoles, a un varón de 53 años de edad con un antecedente policial de diferente naturaleza, como presunto responsable de un delito de amenazas graves al intimidar a otro individuo esgrimiendo un arma.
Un indicativo policial, mientras realizaba labores de seguridad ciudadana, fue comisionado por el Centro CIMACC 091 de Valladolid al polígono de San Cristóbal donde al parecer por la mañana se habían producido unas amenazas con arma de fuego y el presunto autor había huido en una furgoneta.
Los agentes al llegar al lugar del suceso se entrevistaron con un varón de 22 años de edad quien manifestó que se encontraba en su vehículo haciendo cola para acceder a una empresa debido a que es repartidor de paquetería.
El conductor de un camión al llegar allí se bajó y comenzó a gritar al resto de los vehículos para que se apartasen porque tenía que maniobrar para estacionar en una nave. Tras recriminarle la víctima su actitud, éste se dirigió a su vehículo y tras rebuscar en su interior, regresó empuñando una supuesta arma de fuego. Seguidamente le cogió con una mano fuertemente del cuello y con la otro le encañonó con un revólver en la frente gritándole que si quería ver cómo le pegaba un tiro. El resto de las personas que allí se encontraban intentaron calmarle provocando que el encartado retirase el arma de la cabeza pero se subió a su camión y accedió a la nave cerrando las instalaciones.
El intimidador huyó del lugar apresuradamente en una furgoneta y varias personas intentaron evitar que se marchase colocándose delante del camión pero tuvieron que apartarse porque arrancó y no frenó en ningún momento.
Un testigo presencial de los hechos corroboró a los agentes todo lo manifestado por la víctima.
Los investigadores especializados realizaron las pesquisas policiales que permitieron localizar, identificar y detener al presunto autor en una nave del polígono de San Cristóbal. Al preguntarle por el arma empleada, éste entregó voluntariamente un revólver de aire comprimido del calibre 4,5 mm en su caja junto a 250 perdigones y el tambor se encontraba vacío. Para poder portar y usar este tipo de armas es necesario obtener la oportuna tarjeta de armas y al carecer el detenido de la misma, se trataría de
una infracción administrativa.
El arrestado ha quedado en libertad con cargos tras prestar declaración en dependencias policiales, no sin antes ser advertido de la obligación legal que tiene de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido para ello.
La investigación y detención han sido realizadas por agentes de las Brigadas Provinciales de Seguridad Ciudadana y Judicial de la Comisaría Provincial de Valladolid.