El caso por la muerte de Esther López, desaparecida el pasado 13 de enero en la localidad vallisoletana de Traspinedo y cuyo cadáver se localizó en una cuneta de la N-122 que conduce al municipio pucelano, sigue sin resolverse con tres personas investigadas y Óscar en el centro de la investigación.
El pasado 2 de junio, EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León les informaba de que el caso se encontraba parado. La jueza del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, Soledad Ortega, urgía a la Guardia Civil a aportar informes de las investigaciones. Concretamente, la magistrada solicitaba esos informes: al Grupo de Delitos Telemáticos de la UCO. Al Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo de la Unidad Central Operativa. Al Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Jefatura de Operaciones de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Al Servicio de Criminalística y a un perito judicial propuesto por la Guardia Civil.
Escritos que, tras esto, han ido llegando como han informado a este periódico fuentes judiciales. Restos de fibras, además de las ubicaciones móviles o las declaraciones de ‘Carolo’, ya están en manos de la magistrada, mientras la Guardia Civil sigue trabajando e interrogando, sin descanso, a personas para que finalmente se de luz a lo que ocurrió en la madrugada de ese, fatídico ya, 13 de enero de 2022.
En el día de hoy hemos conocido además que la jueza ha exigido a la UCO un informe que fue supuestamente entregado pero que “no aparece por ningún lado”, según se puede leer en la providencia de la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid.
El fiscal del caso es el que así se lo ha hecho saber a la jueza y, a su vez ésta ha oficiado un escrito con el fin de obtener dicho informe confeccionado por el Servicio de Criminalística.
Archivo provisional de la causa
Cuando la jueza dicta la providencia en la que reclama los informes, hace apenas un mes, las unidades reclamadas contestan a esta y los informes comienzan a llegar. Un total de seis, como ha podido constatar este periódico.
Antes, sobrevoló la idea del archivo provisional de causa. Con el fin de no computar plazos ya que la Ley dice que la instrucción ha de ser finalizada en un año. El objetivo: detener el reloj de la prescripción pero con las investigaciones de la Guardia Civil aún en marcha. “No tiene consecuencias prácticas más allá de ganar tiempo para poder investigar”, explican fuentes judiciales.
Se trata de una realidad lógica en cualquier tipo de instrucción. Al final, paralizar la misma para guardarte el mayor tiempo posible para la instrucción. Es provisional, es decir, se reabre cuando llega cualquier tipo de información y te garantiza ese tiempo material para la instrucción judicial.
Si el Juzgado decretara un sobreseimiento libre, la Guardia Civil podría seguir aportando pruebas. Finalmente, al llegar los informes no se llegó a tomar dicha medida.
Informes y un “escaso valor probatorio”
La jueza tiene en su poder ya un total de seis informes. Uno de ellos se centra en el análisis de las fibras encontradas en el chalé del principal sospechoso: Óscar S., el amigo de Esther López, que estuvo con ella en la noche de la desaparición y que prestó declaración en los juzgados vallisoletanos el pasado mes de abril.
En el domicilio se encontraron fibras de color beige que “se podrían ajustar con las que componían parte del tejido de la chaqueta” de la mujer fallecida, aunque, según las fuentes consultadas por este periódico “son de escaso valor probatorio”. Lo mismo ocurre con las fibras encontradas en las uñas de Esther, que tampoco son concluyentes ya que se trata de elementos “muy comunes”, como aseguran estas fuentes.
La declaración de ‘Carolo’, otro de los amigos que estuvieron con Esther aquella noche, también está en manos de Soledad Ortega. “Es erróneo que se hubiera levantado el secreto de sumario sobre la declaración de Carolo. Es una declaración que da a la Guardia Civil y eso no es secreto”, apuntan estas fuentes.
Las ubicaciones de los móviles también han sido remitidas ya al Juzgado. Una de ellas ubicaría el terminal de Esther en Valladolid, a las 8.49 horas de la mañana del día 13 de enero en la calle Estación de Valladolid.
Principio de imparcialidad
El abogado de Esther López, Guillermo Ruiz Blay, ha solicitado a la jueza del caso una reunión de la familia de la fallecida con la magistrada. La respuesta de ésta ha sido que como jueza instructora tiene que garantizar el principio de imparcialidad y de igualdad de trato a todas las partes. Y que en caso de formalizar reunión sería con todas las implicadas.
Desde el Juzgado se asegura que todas las partes, a través de los abogados que representan a las mismas, reciben a la vez la información que desde el mismo se remite. “Hay una exigencia de ley y el juez tiene que ser imparcial”, apuntan.
En la última resolución del Juzgado, en la que se pone en conocimiento de las partes los informes que han llegado, se dice que “respecto a la petición de la defensa, no ha lugar”. No procede esa reunión, según la Ley de Enjuiciamiento Criminal y el principio de Imparcialidad, porque la familia está representada por un abogado que tiene acceso a toda la información.
El abogado de la familia de Esther envió un escrito para que la jueza recibiera a la familia, a sus clientes, rechazado en un primer lugar por la jueza, recurrido por el abogado y rechazado una vez más por la jueza.
La investigación por la muerte de Esther López continúa, mientras que Óscar continúa en el foco de la misma y los informes van llegando al Juzgado.