El catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, Jesús Urrea, recibió hoy “satisfecho y orgulloso” el Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística, en un acto que se celebró en el patio del Palacio de Pimentel, sede de la Diputación provincial vallisoletana.
En su discurso de recepción del premio, Urrea agradeció “de forma amplísima” la concesión del premio tanto a la Diputación vallisoletana como al jurado y a Joaquín Díaz por una laudatio que aseguró se debe a una “larga amistad” como lo es su trayectoria dedicada a la historia del arte, a través de la enseñanza universitaria y los museos, durante “más de 47 años al servicio de los Ministerios de Educación y Cultura”.
Consideró así el premiado una “enorme suerte” tener como profesión una “vocación” que ha desarrollado “desde las fechas más tempranas de mi vida”, momento en el que recordó sus inicios vinculados al arte y su historia y todos los referentes que marcaron su trayectoria.
Tras recorrer profusamente “el itinerario de la línea” de su vida, Urrea destacó que siempre trabajó en equipo, y finalizó mandando un “cariñoso recuerdo” a sus padres, que fueron “ejemplo de vida y de trabajo”, así como para sus hermanos, sobrinos, esposa, hijos y nietos, así como amigos “significativos” en una vida plena de reconocimientos por su labor en el estudio y conocimiento de la historia del arte.
El Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística fue concedido a Jesús Urrea por su dilatada e intensa dedicación al estudio científico, a la docencia universitaria y a la difusión de la historia de las bellas artes, así como por su amplia labor en la gestión del patrimonio artístico y en la conservación del patrimonio cultural de la provincia de Valladolid.
Asignatura pendiente
Inició el acto con su discurso el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, que recordó que “hoy se aprueba una asignatura pendiente desde hace tiempo” en relación al galardonado, dado que “se hace un acto de justicia” con el profesor Jesús Urrea.
“Es una persona indispensable en la forma de entender la gestión del patrimonio y su difusión”, apuntó Íscar, que consideró a Urrea “trabajador infatigable y estudioso empedernido” con más de cien publicaciones, y alabó su “espíritu crítico” ante una provincia y ciudad que, lamentó, “se quiere poco”.
Además, recordó que la labor de Urrea “no se ha centrado solo en la capital”, gracias a su colaboración con la Diputación de Valladolid para recopilar los retablos y las tallas restauradas de la provincia, ordenando dichas piezas en una publicación que daba cuenta del proyecto puesto en marcha por la institución provincial vallisoletana.
“Hoy recibes por fin este premio que te debíamos y que se creó con el objetivo de distinguir el trabajo de personas e instituciones cuya labor u obra hayan contribuido a enriquecer y ensanchar el patrimonio cultural de nuestra provincia”, concluyó el presidente de la Diputación provincial vallisoletana, que finalizó agradeciendo a Urrea su “compromiso con el arte y la sociedad”.
Tras Íscar, realizó la presentación del premiado el folklorista Joaquín Díaz, que destacó el “afán se superación” del premiado así como cualidades entre las que valoró “su capacidad para relacionar conocimientos y saberes de forma inteligible y sinóptica”, además de su labor gestora en diversas instituciones culturales de la ciudad de Valladolid y su “rigor y gusto por el trabajo bien hecho”. “Es un ejemplo curricular y vital”, concluyó el folklorista en su alabanza de Jesús Urrea.