La comida es uno de esos grandes placeres de la vida y que movilizan a millones de personas alrededor del mundo y es que precisamente la gastronomía es uno de los puntos fuertes de Valladolid. Por ello, el I Foro Valladolid Impulsa ha puesto el colofón final con una mesa redonda para abordar este aspecto como escaparate para atraer visitantes a ciudad y provincia.
Moderada por el periodista Jesús Ignacio Fernández, han intervenido la diputada provincial y presidenta de la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid, Inmaculada Toledano, el gerente de la Sociedad Mixta para la Promoción del Turismo de Valladolid, Juan Manuel Guimeráns Rubio, la directora de Comunicación, RSC y Asuntos Públicos de Grupo Lactalis Iberia, Henar L. Senovilla, y el jefe de Área de Calidad Alimentaria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Óscar Diez Sánchez.
En primera instancia, Inmaculada Toledano ha recalcado a la marca ‘Alimentos Valladolid’ como una plataforma que busca devolver con apoyo el trabajo de las empresas y “su buena disponibilidad” a la hora de colaborar en cualquier tipo de ferias o eventos. Es una marca que tras su creación en 2017 con 10 o 12 marcas, hoy recoge hasta más de 400 nombres y 1.200 productos de todo tipo.
Por otro lado, Óscar Diez ha remarcado que Valladolid es “puntera” no solo a nivel autonómico, sino que también a nivel nacional en algunos sectores como el vitivinícola. “Al margen de eso tenemos el queso castellano, el pan de Valladolid, el lechazo, el esparrago, tenemos muchas marcas que aportan calidad diferenciada. A nivel de volumen y calidad somos una de las provincias más importantes a nivel nacional”, ha insistido.
Por su parte, Guimeráns ha clasificado al sector enogastronómico como un “eje estratégico” y no es porque “seamos personas muy listas”, sino porque es “una realidad en la provincia y ciudad de Valladolid”. “Otro pilar es la cocina, la hostelería y los profesionales que convierten esos productos que alcanzan cotas gastronómicas extraordinarias”.
Precisamente, uno de esos productos estrellas son los lácteos, a los que se dedica la multinacional Lactalis, que tiene en Valladolid uno de los quesos más famosos de la Comunidad el Flor de Esgueva, con una tradición de 76 años y muy querido por su “calidad, regularidad y su carácter artesanal”. Henar ha señalado que uno de los objetivos de la empresa es fijar población en el mundo rural para “mantener vivos nuestros pueblos”. “Contribuimos a que puedan nacer niños, a que se fije población. En la planta de Peñafiel trabajan 72 personas y más del 80% de la plantilla es de allí o de la comarca”, ha aseverado.
Justo a esa vida en el mundo rural se ha referido Inmaculada Toledano, que ha recordado esos primeros años en su pequeño pueblo y ha puesto en valor el programa que están llevando a cabo desde la Diputación de Valladolid, ‘Comercio Rural Mínimo’, que busca acercar un comercio básico donde comprar los productos de primera necesidad sin tener que ir municipios más grandes ni moverse del propio. “En estos años de pandemia ha sido muy importante contar con ese comercio mínimo”, ha matizado.
El directivo de Itacyl se ha referido por su parte a las “figuras de calidad, las denominaciones de origen o las indicaciones geográficas” como elementos “diferenciadores” de los productos en el mercado. “La vía es poner en valor los productos en base al origen geográfico y trasladar esa diferenciación al consumidor”, ha aclarado. Para ello se han creado marcas como Tierra de Sabor que sirven como distintivos para llegar a todo el mundo.
En ese mismo sentido, en el de promocionar los productos, ha coincidido Guimeráns, que ha recordado que ya hace 30 años se tomaban buenas tapas, buen lechazo y buen vino en Valladolid, pero ahora “se ha conseguido que eso se conozca”. “Si hay un terreno aquí en el que no hay discrepancias es el gastronómico, la colaboración es importante”.
Por otro lado, la directora de Comunicación de Lactalis Iberia se ha referido al “arraigo” de la empresa al territorio como una de sus “fortalezas” para superar un momento “complicado” como el que se vive ahora con la subida de los precios. “Respetamos mucho el producto, buscamos la excelencia. En Flor de Esgueva tenemos un equipo de maestros catadores que cada mañana hacen catas para que el queso tenga siempre las mismas características”, ha señalado.
Óscar Diez ha mencionado también el concepto de “artesanía alimentaria” que va enfocada a ayudar a pequeños productores de zonas de difícil comunicación a poner en valor sus producciones porque lo hacen de “forma tradicional, con un método poco mecanizado y con un arraigo por la historia de la zona donde se produce”. “Tierra de Sabor es la herramienta con la cual nosotros damos publicidad de los productos de Castilla y León”, ha puntualizado.
Por último, los tres ponentes ha coincidido en poner en valor el producto como protagonista, así como valorar todo el trabajo y esfuerzo que hay detrás de ellos hasta que llega a la mesa donde los sentamos.
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