Justo Berrocal, presidente de la Federación Taurina de Valladolid, fue quién me comunicó la noticia del fallecimiento del gran ‘Chaca’ tras un tiempo enfermo. Contaba 77 años de edad. Era la segunda generación de toreros gitanos riosecanos: tres Herminios; su padre, apodado ‘El Búfalo’, su hijo, el propio ‘Chaca’ y el hijo de este, Hermi, quién se hizo banderillero tras haber debutado con caballos en Pedrajas de San Esteban.
‘El Chaca’ vivió intensamente el toreo desde niño, influenciado por su padre, un riosecano de pura cepa quién fue novillero en la época de su paisano Gumer Galván. ‘El Chaca’ toreó muchas novilladas sin caballos, sobre todo en las nocturnas de Valladolid.
Tras pasar por Fasa, cambiaría la seda y el percal por los avíos toreros y fue mozo de espadas profesional hasta su jubilación. Lo fue con Jorge y César Manrique, Rodolfo Pascual, Carlos Doyague, etc.
Posteriormente, y dada su afición y conocimientos del toreo, estuvo muchos años de profesor en la escuela taurina de Rioseco, además de ayudar en todas las tareas a la Federación Taurina de Valladolid. Descanse en paz Herminio Jiménez ‘El Chaca’, a quién verlo torear de salón era un auténtico primor de cómo manejaba capote y muleta. Como dice mi amigo Chuchi: ¡’El Chaca’ era el toreo!