Ahora, con una familia formada y con un hijo, está vinculada al sector farmacéutico, pero en ella persiste la afición. Le une buena amistad con el que fuera novillero y subalterno, Jesús Ojeda, y en su placita de tientas concertamos la entrevista. Carolina nos relata sus inicios taurinos.
“Mis primeras tomas de contacto fueron cuando comencé a soñar con el toro a eso de los 14 años, más o menos, y empecé a darle sentido a los 16. Entrenaba en la plaza de toros de Valladolid, donde fui muy bien acogida y arropada por cada uno de mis compañeros. Tenía muy claro mí vinculación al mundo del toro”.
En Pollos su primera becerra
“Estuve en activo 4 años, y mi debut ante el público fue en el año 1993 en Pollos (Valladolid) ante una becerrita. Fue un día mágico, especial. Ese mismo año estoqueé mi primer becerro en Torresandino (Burgos) y corté los máximos trofeos. A partir de ahí me di cuenta de que todo esto no es un juego, que iba en serio”.
Debut de luces en Tudela de Duero
Al año siguiente debuto de luces en Tudela de Duero con un vestido azul marino con cabos negros. Ahí ya pienso en la responsabilidad, porque vestirte de luces cambia todo. Fue un día soñado donde vas viendo que se van cumpliendo tus deseos”. Esa temporada completé unos 25 festejos con muchos triunfos, anunciándome en plazas como Sepúlveda, Cuéllar, etc. La plaza más importante donde hice el paseíllo fue en Pontevedra, donde pasé por la enfermería, pero fue poca cosa.
Emotiva, sensible y perfeccionista
Carolina es emotiva y, aunque trata de disimularlo, se emociona conforme va recordando aquellos tiempos de su adolescencia, pero también es muy exigente consigo misma y, sobre todo, es muy perfeccionista, además de coqueta como toda mujer que se precie en su arreglo personal. Durante la grabación para Grana y Oro cambió algunas expresiones cuando visionó la entrevista, incluso modificó la postura de su largo pelo. Obviamente volvimos a grabar cumpliendo sus deseos.
Una novillera sin complejos
“La verdad es que yo siempre he tenido claro -nos comentó Carolina- que el mundo del toro es de hombres, pero nunca tuve ningún problema con mis compañeros por ser mujer y torero; al contrario, siempre me sentí arropada por ellos y fui una más”.
La retirada
Por último, nuestra protagonista nos relata por qué y cuando decidió que tenía que dejar esta difícil profesión.
“Soy una persona con una sensibilidad muy grande, y tenaz para conseguir metas, -nos dice Carolina con gesto entre inconformista y resignada- pero en el mundo del toro si no tienes quién te apoye firmemente, o quién te arrope por decirlo de alguna manera, es muy difícil abrirte camino. Y entre los estudios y una serie de circunstancias decidí retirarme y dedicarme a mi familia y a mi hijo, fui madre con 24 años. Actualmente tengo 47 años y llevo vinculada al sector farmacéutico más de veinte.
Carolina Yustos aparece en el libro de Muriel Feiner sobre mujeres toreras
Carolina aparece reflejada en el libro de Muriel Feirner “La mujer en el mundo del toro” esta era su reflexión en el citado libro:” “Delante del toro me siento torero, sin olvidar que soy mujer.
Carolina y sus confesiones
Rafael de Paula fue su ídolo de siempre, según nos confesaba Carolina, quién nos hacía esta reflexión final: “En mi corazón y en mi mente guardo todos los festejos, mis entrenamientos, anécdotas y, sobre todo, el cariño de mis compañeros; fui, soy y seré torero ...siempre”.
Gracias por atendernos, Carolina, y mucha suerte en tu vida.