“En 2014 cerró la gasolinera que teníamos en Castronuño. Su dueño se jubiló. Quedamos huérfanos y este es un servicio muy importante tras no poder contar con él desde hace ocho años. Que estos cuatro chicos devuelvan el servicio al pueblo ha sido un regalo caído del cielo”, cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Enrique Seoane, alcalde de la localidad vallisoletana.
Javier Hernández, que atiende a este periódico, es el hermano de Jonathan. Por su parte, Miguel Ángel, lo es de Álvaro. Los cuatro se han unido para poner en marcha una gasolinera que funciona, desde el pasado 7 de julio, en el Camino Carretera Bóveda número 19 de la localidad vallisoletana, en un servicio que vuelve y que resulta indispensable.
“Al final, para los pueblos, cuantos más servicios, mejor. Es bueno para la calidad de vida de los vecinos. Algo esencial. Antes teníamos que ir a echar gasolina a Alaejos y Bóveda de Toro, localidades cercanas. Siempre que alguien emprende hay que facilitarle las cosas. Más cuando se crea un servicio necesario para todos”, añade el primer edil.
La idea
Castronuño es un municipio ubicado a más de 45 minutos en coche de la capital conocido por sus atributos naturales. Con más de 8.400 hectáreas, las Riberas de Castronuño – Vega del Duero, se convierten, por derecho propio, en el único espacio de la provincia incluido dentro de la Red de Espacios Naturales. Con diversas especies faunísticas, tanto acuáticas como aves y una variedad cromática que le dotan sus distintas especies vegetales, como los chopos, el carrizal o la encina.
Lo que no tenía la localidad vallisoletana era, desde el año 2014, una gasolinera. Ahora, desde el pasado jueves, 7 de julio, sí que podrán contar con ella. “Un día, hablando de la idea tranquilamente, nos surgió la idea de montarla y aquí estamos”, cuenta Javier Hernández, uno de los cuatro socios, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León. De 39 años, nació en Valladolid, está empadronado en Castronuño y tiene 39 años.
Esa idea surge en septiembre de 2020. Entre papeleos, permisos para poder instalar tanto a Industria como a Medio Ambiente, la cosa se ha retrasado casi dos años. “El Ayuntamiento del pueblo nos ha ayudado mucho y eso se agradece”, añade nuestro entrevistado que asegura que “primero solicitaron los permisos de aprobación” después “los de proyecto” más tarde “los de ejecución de obra” y, por último, los de “fin de proyecto” antes de presentar toda la documentación para que el proyecto viera la luz.
No solo una gasolinera y manteniendo su puesto de trabajo
“El 7 de julio pusimos en marcha un negocio que no solo es una gasolinera. Además, tenemos un centro de lavado a presión para turismos y otro para vehículos industriales. También, aspiradora para limpiar el interior de los vehículos”, nos explica este socio orgulloso tras haber conseguido sacar adelante un negocio, ahora que la inflación golpea con fuerza.
Los cuatro tienen un empleo en que trabajan además de este. La gasolinera está en marcha “en régimen de funcionamiento desatendido” y “está operativo las 24 horas del día” para que aquel que tenga que echar unos euros (ahora más que antes) de combustible, lo pueda hacer sin tenerse que ir lejos.
“Día a día rotamos entre nosotros para que todas las jornadas alguien haga acto de presencia y comprobar así que todo está bien. Los cuatro vivimos en el pueblo y tenemos nuestro negocio muy vigilado y controlado”, asegura nuestro entrevistado.
Prestar servicio al pueblo y una “propinilla”
Estos cuatro jóvenes aseguran que en su estación el precio del combustible “es económico” y afirman que “han hecho un estudio” que dice que “están igual de precio que en las gasolineras de alrededor” y apunta a que, incluso, en su estación está “un poco más barata”.
“El objetivo que nos hemos marcado es el de prestar un servicio al pueblo y sacar una propinilla. Ricos no nos vamos a hacer, pero queremos que los vecinos no tengan que hacer grandes desplazamientos para tener que repostar”, finaliza.
La gente estaba deseando que esta estación abriera sus puertas y Javier Hernández añade que han notado mucho “el apoyo de los vecinos” no solo de Castronuño, sino también de Villafranca de Duero.
Una gasolinera que echa a andar en tiempo en los que el precio del combustible sigue disparado.