El nuevo arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, tomó esta mañana posesión de su cargo en una ceremonia en la que estuvo arropado por medio centenar obispos y en la que presentó a la Iglesia como una “familia de familias”, llamada a ser una escuela de acogida, reconciliación y colaboración, y también como una herramienta para superar “la dialéctica del contrarios y la polarización de las diversidades”, según informa ICAL.
Argüello también aseguró que Iglesia, que en estos tiempos se enfrenta al grave riesgo de la escisión entre fe y vida, también integra “el clamor de la tierra y el grito de los pobres, el mercado, el estado y el don, en una propuesta de amistad cívica y de bien común”, con el que quiere contribuir al nuevo estilo de vida que la actual situación reclama.
Al mismo tiempo, en su homilía, que inició con un saludo especial para Ricardo Blázquez y para Braulio Rodríguez, arzobispo emérito de Toledo y que también fue arzobispo de Valladolid, así como para su compañeros de la Conferencia Episcopal Española, de la que es secretario general y portavoz, y con un recuerdo para José Delicado, también argumentó que abrazar la catolicidad es también es un forma de aparcar los sectarismo ideológicos.
En la ceremonia, celebrada en la Catedral, Argüello también estuvo acompañado por el nuncio del Papa en España, Bernardito Cleopas Auza, quien destacó la valía, los méritos y la responsabilidad demostrada por el religioso nacido en Meneses del Campo (Palencia), tanto como obispo auxiliar de Valladolid, como al frente de la secretaría de la Conferencia Episcopal Española, y recalcó que “pueblo te quiere y te valora”. También concelebraron la eucaristía los cardenales Carlos Osoro, Antonio María Rouco Varela y el vallisoletano Aquilino Bocos.
En la misa, Ricardo Blázquez, como administrador apostólico, saludó a los fieles explicando el sentido de la ceremonia. Después, el canciller-secretario procedió a la lectura de las Letras Apostólicas, el nombramiento del nuevo obispo, que fue mostrado al clero y al pueblo. Después, Argüello recibió de manos del nuncio el palio arzobispal bendecido por el papa Francisco, para después recibir el saludo personal un grupo de diocesanos formado por sacerdotes, religiosas y religiosos de diferentes edades; consagrados, familias y laicos asociados, además de miembros de las cofradías.
Al acto también asistió una nutrida representación política, encabezada por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente; el presidente de la Diputación Provincial, Conrado Íscar; el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, o el consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, a los que Argüello ofreció la colaboración de la Iglesia para afrontar los desafíos “extraordinarios” que se presentan en este tiempo. En este sentido, aseguró que “vivir y edificar la Iglesia es la mejor manera de humanizar a cada persona y de hacer sociedad en servicio a los demás”.