La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó hoy que el Gobierno de España no contempla un escenario de corte de suministro energético en el país y garantizó que los españoles “no vamos a pasar frío en las casas en invierno”.
No obstante, la ministra también defendió las medidas de ahorro energético que se aprobarán esta tarde en el Consejo de Ministros ante un contexto “extraordinariamente complicado” en el que España debe pensar en “ayudar a los vecinos de la Unión Europea” que se encuentran “más afectados” por el corte de suministro del gas ruso.
Unas medidas para cuya aplicación esperó Ribera la colaboración tanto de las instituciones públicas locales y autonómicas, al ser específicamente destinadas al uso energético en los edificios públicos, como de los empresarios que utilizan dichas instalaciones.
En declaraciones recogidas por Ical durante su visita a las bodegas Garciarévalo, situadas en la localidad vallisoletana de Matapozuelos, Ribera reiteró que el mensaje más importante que quiere lanzar el Gobierno con las medidas que se aprobarán esta tarde es que su objetivo es “apoyar que pueda llegar energía a esos países más afectados por el corte del gas ruso, donde no se habla de esfuerzo de adaptación sino de algo mucho más serio como evitar el racionamiento”.
Recordó, no obstante, que en España no se plantea ese escenario, ni el corte de suministro, pero que en todo caso “impulsar el ahorro y la eficiencia, aunque sea por destrucción de la demanda, siempre es positivo” y que por ello, además de la primera propuesta que se presentará hoy con “cosas sencillas que se pueden aplicar de modo inmediato”, el Gobierno desarrollará en septiembre un plan “mucho más estratégico de contingencia y ahorro para el país”.
Colaboración de instituciones y empresas
Las medidas que se aprobarán hoy, como explicó Ribera, tienen que ver con “usos térmicos en edificios de uso público”, un ámbito en el que existe ya un reglamento con un régimen específico que hoy “se actualiza” para reforzar algunas de las medidas de ahorro.
“No se trata de poner el énfasis en qué resulta obligatorio sino en lo que, en una situación como esta, es razonable y positivo”, continuó exponiendo la ministra, bajo la perspectiva de lograr “un espacio intermedio que garantice el confort térmico con un uso inteligente y eficiente de los recursos energéticos”, de forma contraria a las situaciones por las que “en muchas ocasiones, sentimos frío en centros de uso público en un verano con 40 grados en el exterior, o calor cuando en invierno fuera hay -2 grados”.
Por ello, Ribera insistió en su llamamiento a los ayuntamientos, las comunidades autónomas y los empresarios que desarrollan su actividad en espacios de uso público para “contribuir con orientaciones específicas a ese confort térmico” teniendo en cuenta también “la eficiencia y el ahorro”.
En ese sentido, apuntó que en las conversaciones mantenidas con las asociaciones patronales vinculadas a la aplicación de las medidas de ahorro para el consumo térmico la reacción ha sido “muy positiva” y aunque reconoció que “eso no significa que todo el mundo esté de acuerdo”, sí mostró la ministra su confianza en que “hay una inmensa mayoría de personas e instituciones que entienden la situación y quieren contribuir a lo que debe ser un esfuerzo colectivo”.
Límite de la velocidad en carreteras
Por último, y en relación a la posibilidad de que en el plan de ahorro energético de septiembre se plantee una reducción del límite de velocidad en las carreteras, Ribera sostuvo que “ahora toca hablar del programa de hoy y no desvelar lo que no ha sido sometido a debate en el Consejo de Ministros”.
Sin embargo, la ministra para la Transición Ecológica manifestó que “igual que un grado de termostato puede representar un 7 por ciento del consumo eléctrico de nuestra factura, una reducción de la velocidad, la conducción prudente y responsable, sin necesidad de limitación expresa, también supone una reducción de las necesidades energéticas”.