La investigación por la desaparición y muerte de Esther López continúa. El cadáver de la vecina de Traspinedo, de 35 años, fue hallado en la N-122 el pasado sábado, 5 de febrero, tras días de búsquedas y batidas en la localidad vallisoletana y sus alrededores. Búsquedas en las que vecinos y el propio Ayuntamiento se volcaron para localizar con vida a la joven.
La jueza del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid, Soledad Ortega, que lleva el caso, continúa recibiendo informes que están ayudando a, poco a poco, dar luz sobre lo que ocurrió en esa fatídica noche del pasado 13 de enero y en las horas posteriores.
EL ESPAÑOL de Castilla y León ha podido saber, a través de fuentes del caso, que en el informe de los especialistas del departamento de Biología del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, del pasado 11 de abril, se confirma que hay restos de ADN de Esther López en el maletero de Óscar S., el principal sospechoso del caso.
Concretamente, según el informe, se hallarían “en el recorte del lateral derecho de la moqueta del maletero” del vehículo y se habría obtenido “un mismo perfil genético” que “coincide” con el de Esther. También hablan de “restos orgánicos en la chaqueta de Óscar S.”.
Compatibilidades entre los desperfectos del coche de Óscar y las lesiones de Esther
El principal sospechoso por la muerte de la joven de Traspinedo, Óscar S., volvía a defender su inocencia hace unas semanas tras la publicación de un informe que establecía compatibilidades entre los desperfectos del vehículo y las lesiones de la joven.
“He mantenido y mantengo que no he intervenido en ningún hecho relacionado con la desaparición de Esther, y por ello todos los resultados están siendo negativos al respecto”, afirmaba el principal sospechoso del caso en un comunicado recogido por este periódico a principios del mes de agosto.
Óscar señalaba que “echaba de menos que no se hayan abierto otras líneas de investigación que realmente puedan llevar a concluir lo sucedido y, en su caso, con la identidad del presunto autor de los hechos, si los hubiera”.
El informe de la Guardia Civil establecía coincidencias entre los desperfectos de su vehículo, un T-Roc Volkswagen, en el que viajó con Esther durante la madrugada del 13 de enero, con las lesiones principales que mostraba el cuerpo de la joven tras hallarse su cadáver el 5 de febrero. También, el escrito, informaba que el atropello no se produjo en el lugar en el que fue hallado el cadáver de Esther y que los datos de la centralita del vehículo fueron borrados.
Los investigadores añaden que Esther pudo ser víctima de “un atropello con volteo” por el lateral derecho o por la aleta anterior derecha del vehículo, cayendo después al suelo y sufriendo un desplazamiento o arrastre. El vehículo iba a 45 kilómetros por hora mientras que Esther caminaba a 4,7 kilómetros hora de espaldas al turismo. Los daños encontrados en el coche, en la zona anterior derecha, corroboraría esta conclusión.
Daños en el vehículo compatibles con el atropello y ADN en el maletero de Óscar de Esther López. El principal sospechoso del caso, contra las cuerdas y a la espera de lo que determine la jueza del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid, Soledad Ortega, que lleva el caso.