El cine es una de las mayores expresiones artísticas que conocemos. Asentado en nuestras vidas, cuenta con numerosos engranajes que dan forma a lo que vemos en la gran pantalla. Uno de estos apartados, clave en el desarrollo de la misma, es el doblaje, en el que Gonzalo Abril Vega (Valladolid, 1959) es un auténtico especialista tras dar dirigir el doblaje de más de 250 peliculas y poner voz a alrededor de 1.300 entre las que se encuentran 'Gladiator', 'Star Wars', 'La La Land', 'Ocean's Eleven' o el doctor King Schultz en 'Django Desencadenado'.
Su historia, compleja, se inició estudiando Medicina en Valladolid. Cuando leyó una entrevista al actor y director vallisoletano Juan Antonio Quintana, abandonó los estudios y se fue a Barcelona donde, tras aprobar unas oposiciones de Renfe, fue adentrándose en el séptimo arte ejerciendo como director, adaptador y actor de doblaje. Esta última disciplina en la que "se está trabajando en unas condiciones penosas" la compagina con la docencia en la Escuela de doblaje de Barcelona.
Comenzó estudiando Medicina y lo abandonó tras aprobar unas oposiciones de Renfe, ¿Cómo llega el cine a su vida?
Hay muchos médicos que tienen una tendencia al espectáculo o la literatura. Creo que la Medicina de alguna manera forma parte de las humanidades y cuenta con muchos escritores y actores que lo han cursado. En esencia es lo mismo, una especie de 'entrega'. En mi caso surgió en el verano de 1978 que leí en un periódico local una entrevista al actor Juan Antonio Quintana. Fue una revelación, ¡Quiero hacer esto!. Por suerte comencé en el teatro y terminé como actor de doblaje.
¿Cómo se ha preparado para el doblaje?
Lo importante aquí es la inmediatez. El actor de doblaje nunca ve la película, cuando ponemos voz no sabemos lo que vamos a hacer. La información que tenemos es la misma que la de cualquier usuario que accede a una página especializada en cine: no sabes lo que hay que decir ni cómo hay que decirlo. Recreamos un trabajo ya hecho por otro actor. En la sala escuchas que es lo que le está pasando a tu personaje y tienes que lograr 'sentir' lo mismo para que el doblaje sea bueno.
¿Es muy difícil lograr esa armonía?
Una compañera me decía: ''Doblar es díficil y doblar bien es muy difícil". Lo más complejo es la 'esclavitud' a la que estamos sometidos con respecto al personaje, ya que no nos podemos pasar de tiempo. Tienes que ir incluyendo el texto e intentando transmitir lo que comunica el personaje. Es fundamental la traducción y la adaptación. Para que se pueda trabajar a gusto tiene que haber un buen material literario previo, algo que no siempre sucede. El que tengas una voz u otra no significa que seas un buen actor de doblaje, es una profesión de interpretar.
Se suele decir que es muy duro un día de rodaje, ¿Ocurre también en el doblaje?
Trabajamos durante cinco días a la semana con una jornada de mañana y otra de tarde. Las convocatorias de la mañana van desde las 8:30 a las 14:30 y las de la tarde de 15:30 a 22 horas. Son trece horas diarias y, en el caso de que tengas que dar voz a un personaje protagonista, puedes estar una mañana o todo el día trabajando. Por ejemplo, para los directores es un trabajo muy arduo y demasiado cansado con un horario que no se puede mantener porque te agota.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha tenido que enfrentar?
Cuando entro a preparar la película desde el principio aún estoy nervioso. Trabajar con Antonio Banderas fue uno de los mayores retos, es un gran actor y una máquina de trabajar. Al mismo tiempo, estar al lado de actores famosos y lograr que ellos confíen en ti. Hay películas muy complicadas a las que me he tenido que enfrentar como 'Star Wars' y, por encima de todo, trabajar con niños por el ritmo que llevan. Sin embargo, le pones cariño y eso da sentido a tu trabajo.
¿Hay alguna forma de lograr el 'feeling' con los personajes a los que da voz?
Cuando ves la película tienes que imaginar -ese es el gran trabajo previo- a quien le puede venir cierto personaje y eso es muy complejo. En Estados Unidos te piden una prueba de voz para tener constancia de que vas a elegir la mejor. No obstante, aunque no tengas la misma voz que el personaje, lo importante es que logres transmitir exactamento lo mismo y que al espectador no le 'chirríe'. Hay que acertar con el reparto, pero si lo logras, la película va sola.
Es un actor de doblaje reconocido que ha participado en películas como 'Gladiator', 'Star Wars', 'Shrek' o 'La La Land' dentro de sus más de 250 obras. ¿Siente vértigo ante la repercusión que tiene?
Es una presión. No obstante, cuando entras en la sala de doblaje entras en la 'oscuridad', te metes de lleno en la magia del cine. Sí que es cierto que estás orgulloso de que te llamen por la responsabilidad que supone y el respeto que te tienen. Todo ello te motiva. A partir de ahí, te tienes que entender con el director sacando el máximo cada uno. Este tipo de películas sabes que están muy bien hechas y eso favorece a todos: doblar a un actor bueno te da más pautas que lo contrario, ya que es más complicado y te exige más.
Compagina su labor en el cine con la docencia en la Escuela de doblaje de Barcelona. ¿Qué nivel hay en España en esta disciplina?
Hay mucho trabajo con muchas series, pero se trabaja a una velocidad de vértigo. Se ha industrializado todo mucho. Cuando lo conocí hace más de 30 años era una profesión artesanal donde aprendías del director y de tus compañeros, los mimbres se iban conformando porque había una profesión sólida y que tenía una especie de concepto de gremio. Es cierto que la forma de trabajar ha cambiado y ha favorecido esa industrialización. Antes se trabajaba en grupo con cinco actores en el atril y ahora hay uno un día, otro diferente al día siguiente; todo ello ha individualizado la profesión y la ha debilitado.
La parte positiva es que las buenas escuelas han favorecido que salga gente nueva, algo fundamental, con una nueva forma de aprendizaje. Han salido actores de doblaje muy buenos que están poniendo voz a personajes célebres que aparecen en las películas.
¿Se mantiene el respeto de antaño?
Los que hemos 'mamado' el cine hemos visto películas dobladas ya que no las había en versión original y creemos en el cine igualmente. Para mí ha sido un elemento fundamental, máxime en una época en la que puedes poner cualquier 'film' subtitulado y hacer la combinación que quieras. Si la propia profesión y las empresas no le pierden el respeto durará y la gente podrá disfrutar de ello. Creo que en la Escuela de Teatro de Valladolid también se debería enseñar. Es otra forma de trabajo y que enriquece.
En el gremio se habla de las malas condiciones que sufren. ¿Está la profesión maltratada?
Se está trabajando en unas condiciones penosas. Se ha perdido la pasión por el arte, donde la rapidez es una virtud en detrimento de la interpretación y la sincronía. Hay grandes profesionales que solventan los papeles. Yo creo que se podría hacer mejor trabajando a un ritmo mucho más humano y no tan 'loco' donde las traducciones cada vez son peores por falta de tiempo y se pierde el gusto por la adaptación. Sin mimo, cariño y cuidado se hace mal. Todos necesitan tiempo hasta conseguir la potencia de la interpretación. En el apartado económico, se ha perdido un poder adquisitivo bestial desde los años 80, nos están intentando hacer creer que cualquiera puede hacer esto bien y no es así. Es una consecuencia de la globalización que estamos sufriendo en todas las industrias.