Tercera y última novillada en Pedrajas de San Esteban en el día de su patrón San Agustín. Tres cuartos de entrada en tarde que amenazaba lluvia. Hoy el turno era para el leganense Víctor Cerrato, hijo de matador de toros, y para el torero de Nava del Rey, Juan Pérez Marciel. Como sobresaliente actuó García Corbacho. Al finalizar el paseíllo sonó el himno nacional interpretado magistralmente por la banda de música de Pedrajas.
Juan Pérez Marciel
Se lidió en primer lugar un burraco, de nombre Barbacano, bonito de hechuras pero que no ofreció muchas posibilidades de triunfo, y no fue precisamente por falta de ganas y actitud del novillero navarrés que estuvo toda la tarde “en novillero”, que es lo primero que se le debe exigir a todo que quiere ser torero.
Recibió al novillo por verónicas de rodillas y de pie rematadas con una media en el centro del ruedo. Recibió el de Domecq un puyazo, y posteriormente fue banderilleado por el propio torero llegando mucho al público que le ovacionó. Brindó al respetable e inició la faena de muleta con un pase cambiado por la espalda para seguir con la mano derecha, y posteriormente fue alternando series por ambos pitones.
Le faltó al novillo meter la cara, humillar, desplazarse tanto por un pitón como por el otro y continuidad y ritmo en la embestida, quizás por eso Pérez Marciel optó por darle un tiempo entre muletazo y muletazo, lo que hizo que la faena no tuviera suficiente eco en el tendido.
Finalizó el trasteo con molinetes de rodillas para matar de estocada que hizo guardia, pinchazo, media estocada y descabello. Ovación tras petición.
En el tercero, un burraco de nombre Fantástico, bravo, encastado, con movilidad y transmisión, el torero de Nava puso toda la carne en el asador para no dejar escapar el triunfo. Lo recibió a porta gayola colocándose muy cerca de la puerta de chiqueros y a continuación le recetó tres revoleras de rodillas.
Acudió al caballo el morlaco recibiendo un buen puyazo. El tercio de banderillas lo compartió con su compañero de cartel en un acto de generosidad deleitando al público que se puso de pie. Brindó la faena de muleta al diputado por Vox D. Pablo Sáez Alonso-Muñumer.
Se echó de rodillas Pérez Marciel llevado por sus ganas de triunfo y su actitud de novillero, pero el novillo pedía en los primeros compases de la faena mando y sometimiento. Quizás, y esta es la grandeza del toreo porque nunca se sabe, si se hubiera doblado con el novillo por abajo le hubiera regalado unas embestidas más suaves, más atemperadas, o quizás no. El de Torrestrella tenía sus teclas, mejor por el pitón derecho que por el izquierdo que se acostaba. Tragó Marciel por este pitón, llegando los mejores pasajes de la faena por el otro pitón llegando al público. Terminó con unas manoletinas ajustadas, para a continuación dar una estocada que necesitó de varios descabellos, lo que hizo que se esfumaran las orejas. Vuelta al ruedo.
Víctor Cerrato
Al primero de su lote, un burraco de nombre Escándalo, el novillero leganense lo recibió por verónicas conectando mucho con el público. Recibió el utrero un puyazo en el caballo y a continuación realizó un quite por gaoneras. En el tercio de banderillas montó un auténtico alboroto recibiendo un pitonazo en el primer par, terminando con uno al violín que puso al público en pie.
Ya en la faena de muleta, y tras brindar al público, se sacó el novillo a los medios con pases en los que alternaba derechazos con molinetes. Buen novillo el de la ganadería gaditana que en su día pastó en Los Alburejos, bravo, encastado, con transmisión, ritmo y movilidad.
Nada fácil estar delante del animal, y prueba de ello, es que las figuras rehúsan verse anunciado con este hierro. Por el pitón derecho el novillo se desplazaba y la embestida era de mejor calidad, metía la cara y humillaba cuando Víctor Cerrato le bajaba la mano que fue en contadas ocasiones.
Los novillos bravos lo piden todo por abajo. Por el pitón izquierdo era otra cosa, se vencía en el momento del embroque, pero el torero tragó que no era poco. Mató de estocada caída. Oreja y ovación en el arrastre al novillo.
Al cuarto, de nombre Fileno, un colorado salpicado, ojo de perdiz, feo de hechuras, altote, se le dio la vuelta al ruedo. Suponemos que fue el premio al conjunto de la corrida porque tuvo poca clase en la embestida, acudía al embroque rebrincado, con la cara a media altura, aunque si bien es cierto que en ningún momento se le bajó la mano, pero también lo es que la condición del animal no era la de humillar.
Fue recibido por Cerrato con verónicas, arrancándose con fijeza y determinación al caballo hasta en tres ocasiones, (en la última, el picador le dio la vuelta al palo y “picó” con el regatón para comprobar su bravura. Fue autorizado por el presidente, Javier Fernández) derribando aparatosamente al picador en la primera entrada.
El tercio de banderillas lo compartió con Pérez Marciel, dando lugar a los momentos más emotivos de la tarde. Ya en la muleta, alternó series por ambos pitones, llegando los mejores momentos de mitad de faena en adelante en los que el novillero madrileño se relajó, metió los riñones, y ofreció la muleta por el pitón derecho, unas veces sin ayuda y otras con ella, y tiró del novillo, logrando los mejores pasajes de la tarde. Lo mismo hizo con la izquierda aprovechando la nobleza del animal que, a pesar de no estar sobrado de clase, tenía una cosa buena y es que dejaba colocarse al torero entre pase y pase, tirando la muleta en un desplante. Antes de entrar a matar se atrevió con unas “luquecinas” que fueron muy jaleadas por el respetable. Entró a matar hundiendo el estoque, pero él mismo lo sacó, y en el segundo intento lo metió hasta los gavilanes después de haberse perfilado entre los pitones del toro, tanto es así, que salió volteado. Dos orejas. Y vuelta al toro. Acompañaron al diestro en la vuelta, el picador y el hijo del ganadero Luis Domecq.
Tarde entretenida la vivida en el coso de la localidad piñonera, como también lo fueron las dos tardes que han precedido. Resulta loable, por un lado y más en estos tiempos, el apoyo del Ayuntamiento a este ciclo de novilladas, y por otro la excelente gestión de la empresa EuroTauro Luján, SL, comandada por el joven y al mismo tiempo experimentado empresario Enrique Luján, y prueba de ello, ha sido la masiva asistencia de público a los tres festejos.
Actividades de la asociación taurina
Loable la actividad llevada a cabo por la asociación “Afición Taurina de Pedrajas”. Visitaron la residencia de ancianos “Hogar Betania” donde les mostraron los carretones y trastos de torear; alguno de sus residentes cogió una muleta y se pegó “un arrimón”. E interesantes han resultado sus coloquios taurinos del fin de semana donde, tras las novilladas, el periodista David Casas dialogó con algunos de los diestros participantes en el XXII Piñón de España, así como con el alcalde y empresario del coso, Alfonso Romo y Enrique Luján respectivamente.
Nota bene: A última hora de la noche, Javier Fernández Cisneros, -buen aficionado pedrajero y presidente del coso taurino desde hace años- nos remitía una nota breve en la que decía que daba por finalizado su ejercicio como presidente de la plaza de toros. “Ha sido mi última tarde de presidente en Pedrajas”, decía escuetamente la nota. Suerte Javier.