Valladolid ya huele a las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Las primeras de vuelta a la normalidad tras dos años duros marcados por la pandemia. El verano pasado algo se hizo pero en este 2022 espacios claves como la Plaza Mayor, con conciertos de calidad, el recinto ferial con sus carruseles o el espacio destinado a la Feria del Folklore y la Gastronomía en el aparcamiento del estadio José Zorrilla volverán a ser ubicaciones de diversión, alegría y sonrisas para vallisoletanos y visitantes.
También vuelve la Feria de Día. Lo hace con un total de 72 casetas y otros tantos establecimientos participantes. Más de una veintena menos que en la última edición que se celebró con normalidad. Las casetas ya están prácticamente preparadas y el centro de la ciudad se llenará del aroma de los pinchos acompañados por la clásica cervecita y los mejores vinos.
EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León charla con tres de los propietarios de estas casetas. El precio de los pinchos, con esa subida a los 3,20 euros, la dificultad o no para encontrar personal cualificado para afrontar estos diez días de trabajo o la situación de un sector golpeado por el encarecimiento de la energía y las materias primas, son protagonistas en las siguientes líneas.
Restaurante La Solana: “Lo que buscamos con la Feria de Día es satisfacción y que nos vean”
Luis Miguel Vázquez San José es el propietario del Restaurante La Solana, situado en la calle La Solanilla, 9, de la ciudad del Pisuerga. Lleva trabajando en el lugar desde el año 1989 y muchos participando en esta iniciativa de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid que sirve para que la gente disfrute comiendo junto a sus seres queridos.
“Ya tengo toda la plantilla para casetas. No he notado que exista escasez de personal en el sector. En el bar trabajamos, normalmente, nueve personas. En las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo ampliamos a 20. La plantilla del restaurante no se toca, pero la de la caseta es nueva. Cinco personas que llevan trabajando conmigo muchos años”, asegura el propietario del negocio.
Lo que busca este hostelero en la Feria de Día es “satisfacción” y “que los vean”. La caseta se situará en la zona de La Solanilla, muy cerca de donde se encuentra el restaurante y de la Iglesia de La Antigua. Un lugar mágico para afrontar una noche en los días grandes de la capital pucelana.
En cuanto a la polémica por la subida del precio del pincho a los 3,20 euros afirma que aún “le parece barato” y añade que, en la actualidad, el estado de salud de la hostelería en general y de la vallisoletana en particular “es muy preocupante” sobre todo “por el miedo que existe” ante la situación que se vive por la crisis derivada de la guerra de Ucrania.
Taberna El Pozo: “El precio del pincho es razonable ya que ha subido todo”
María Teresa Gómez Rodríguez es la dueña de la Taberna El Pozo situada en la calle Campanas número 2. Allí estará también la caseta este año, todo está preparado y montado para que no pille el toro. Suma ocho en el cargo de las 35 velas que sopla un establecimiento con mucha historia en la ciudad del Pisuerga.
“No tenemos problemas a la hora de buscar más personal para fiestas porque las afrontamos entre las seis personas que formamos parte de la plantilla todo el año. Aún así, se nos han ofrecido muchas personas para trabajar estos días con nosotros”, confiesa la propietaria del establecimiento.
En estas fechas marcadas en el calendario de los vallisoletanos María cierra el bar y se dedica, en exclusiva, a la caseta. Tres en plancha y tres atienden a los clientes. “Participamos en la Feria de Día porque queremos dar un poco de ambiente. Tras el coronavirus está todo muy triste y queremos que esto cambie”, confiesa en declaraciones a este periódico.
Sobre el precio del pincho y su subida a los 3,20 euros, afirma que “lo ve razonable ya que ha subido todo”, debido a la crisis. Sobre la situación en general del sector apunta que “ha trabajado bien” en los últimos meses y afronta estos días grandes de Valladolid “con ganas” pero “sin muchas esperanzas de que le generen grandes ganancias”.
Bar Las Kubas: “La subida del precio del pincho a 3,20 es necesaria”
David Miranda Castañeda es el cocinero y propietario del Bar Las Kubas. Seis años en la calle Cervantes y 16 meses en la calle Gamazo donde se ubica el establecimiento hostelero en la actualidad. La caseta estará situada en la Acera Recoletos, otro punto de encuentro en fiestas con la Feria de Día como protagonista. Es el primer año que participa como propietario de un bar, pero, hace tiempo, ya lo hizo como trabajador.
“Ha sido una ardua tarea la de buscar personal, pero, al final, hemos conseguido formar el equipo. Somos cuatro personas en el bar y hemos contratado a tres más. Es cierto que es complicado encontrar profesionales cualificados en el sector. Toda nuestra oferta en la caseta es apta para celiacos”, nos confiesa David.
Su objetivo participando en la Feria de Día es el de “llegar a los clientes que no los conocen”. Asegura, además, que espera que las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo sean “un escaparate al público” y que este se deleite “con lo que hacen en su casa” para que se pasen tras este periodo festivo.
“La subida del precio del pincho a 3,20 euros es necesaria, tal y como se han puesto las cosas, para cubrir gastos y ganar algo”, añade mientras explica que “no cree que el sector se haya recuperado del todo” pese a que afirma que su situación particular “es buena” y que “están mejor de lo que estaban” tras el cambio de ubicación.
La Feria de Día ya está aquí y los hosteleros se afanan en poner todo a punto para que vallisoletano y visitantes disfruten, en fechas tan señaladas, también comiendo.