La Feria de Cerámica y Alfarería de Valladolid ya está aquí. Creadores de Valladolid, del resto de provincias de Castilla y León, de otros puntos de España y hasta de Francia o Portugal se dan cita en el Paseo Central del Campo Grande en la edición número 44 de esta feria que se ha convertido en una cita anual para los trabajadores de la cerámica, que vuelven con las pilas cargadas después de los dos últimos años, marcados por la pandemia de la COVID-19.
La feria, organizada por la Asociación de Ceramistas Vallisoletanos (Aceva), ha dado comienzo este miércoles, 7 de septiembre, y se prolongará hasta el próximo domingo, día 11. Ya desde su arranque, personas de todas las edades, de Valladolid y de otros lugares, no han dudado en visitarla y ha contado con bastante afluencia de público.
Los asistentes pueden ver, a lo largo de estos cinco días, todo tipo de estilos y objetos, ya sean puramente decorativos o con alguna utilidad. En este sentido, la Feria de Cerámica vallisoletana es el lugar donde se pueden encontrar desde tazas hasta joyas, pasando por todo tipo de utensilios de cocina y de baño, figuras, relojes, macetas, espejos, objetos inspirados en herramientas antiguas o huchas.
Desde Castilla y León, a la feria no han querido faltar ceramistas de Segovia, de León, de Salamanca, de Ávila o los famosos alfareros de Pereruela (Zamora). También se dejan ver en ella algunos puestos de la clásica cerámica de Talavera de la Reina (Toledo), así como de artistas portugueses y franceses. Todos ellos encuentran, estos días, un espacio en el que darse a conocer y ofertar sus creaciones a todo tipo de perfiles que quizá podrían convertirse en nuevos amantes de la cerámica.
Los expositores lo tienen claro: "En Valladolid gusta mucho la cerámica". Y más de uno regresará a casa con un nuevo pote para cocinar el cocido de los domingos, con una original maceta para poner sus plantas o con una figura única que no volverá a encontrar en ningún otro lugar.