Imagen de archivo de un joven.

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Valladolid

El Puente Salud Mental Valladolid lanza estas recomendaciones para evitar el suicidio

En 2020 se suicidaron en España 3.941 personas, según datos del INE, un 7.4% que en 2019

9 septiembre, 2022 13:08

Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra este sábado 10 de septiembre, la confederación Salud Mental España, a la que pertenece El Puente Salud Mental Valladolid, lanza una campaña de sensibilización con el objetivo de prevenir el suicidio con recomendaciones dirigidas a adolescentes y jóvenes, padres y madres y personal de centros educativos, detallando, además una serie de factores de riesgo que se pueden relacionar con la conducta suicida.

En esta campaña, desde el movimiento asociativo Salud Mental España trasladan la idea de que “Con el suicidio NO hay CTRL+Z, no hay vuelta atrás”, que el suicidio es una medida definitiva ante un problema temporal, algo que debemos hacer entender a las personas desde la infancia.

“Una sociedad que aboca a las personas a creer que no hay salida, es una sociedad fallida. Entre las personas jóvenes, el suicidio ya es la segunda causa de fallecimiento”, alerta Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España.

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio se publicarán una serie de infografías que recogen estas recomendaciones que se difundirán bajo el hashtag #ConectaConLaVida, una campaña financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

En 2020 se suicidaron en España 3.941 personas, según datos del INE, un 7,4% más que en 2019 y, de ellas, tres de cada cuatro fueron hombres (2.931 personas). Estas cifras hablan de una dramática realidad que sigue en aumento, de manera que las muertes por suicidio casi triplican los fallecimientos por accidente de tráfico. Por cada persona que se suicida, al menos otras seis se ven íntima y profundamente afectadas.

La situación entre la población adolescente y joven ha empeorado: trescientas personas de entre 15 y 29 años decidieron terminar con sus vidas en 2020, y en 2021, según un estudio, la ideación suicida entre personas de 15 a 29 años se incrementó un 53%, llegando a ser 9 de cada 100 jóvenes quienes experimentaron ideas de suicidio ‘continuamente o con mucha frecuencia’, cuando en 2019 esa proporción era del 5,8%.

Algunos factores de riesgo para la conducta suicida en adolescentes y jóvenes son: experimentar abusos, acoso, violencia o discriminación de cualquier naturaleza, el consumo de drogas, tener depresión o algún trastorno mental, el duelo por separación de padres/madres, por cambio de centro educativo, el suicidio de figuras referentes, o carecer de habilidades sociales.

Recomendaciones para prevenir el suicidio en adolescentes y jóvenes

Paula Gª Valverde Fonseca, psicóloga del Servicio de Apoyo a la Inserción Laboral de AMAFE, Asociación española de apoyo en psicosis, llama la atención sobre el silencio, el tabú y los mitos alrededor del suicidio y de la salud mental: “No es que no exista de lo que no se habla, sino que de lo que no se habla no se conoce y no se aborda, lo que enquista o agrava el posible sufrimiento presente”, explica.

“Sufrir bullying es un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, y a su vez constituye un factor de riesgo para la aparición de experiencia suicida”, alerta Paula.

Los y las menores que son víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicido que quienes no lo han sufrido, según un informe de Save the Children. “Si sufres acoso busca alguien que te dé seguridad para pararlo cuanto antes y, llegado el caso denúncialo” es la recomendación para niños/as, adolescentes y jóvenes. Hay que tener en cuenta que este daño puede venir del colegio, de las redes sociales, o de otros entornos como la propia familia.

Los centros educativos deben convertirse en espacios seguros y de prevención. Por otra parte, es positivo que el personal docente haga visibles en los espacios recursos y teléfonos de ayuda, que hable de salud mental, suicidio, drogas, autocuidado, etc., y que genere recursos de apoyo para acompañar física y emocionalmente al alumnado.

Establecer una ayuda sólida y eficaz desde las primeras etapas de la vida es primordial, dado que “las experiencias que en estas etapas se produzcan pueden influir en mayor o menor medida en la vida adulta de quien se encuentre en una situación tan compleja”, expone García Valverde. La familia es otro gran punto de apoyo: padres y madres no deben banalizar, despreciar o infravalorar el sufrimiento de su hija o hijo, ni culpabilizarle o compararle con otras personas. En cambio, es recomendable fomentar la comunicación y prestar atención a señales como autolesiones, pérdida de contacto con sus amistades, abandono de aficiones, etc.

Sobre la manera de prevenir los suicidios e intentos de suicidio en la población infantil, adolescente y juvenil, la psicóloga insiste en “hablar, hablar y hablar. Hablar abiertamente sobre el suicidio, sobre la salud mental y sobre los autocuidados físicos y psicológicos. Hablar con conocimiento, hablar mucho, informarse mucho. Es importante, para que se dé esta comunicación, el fomentar las habilidades sociales y de resolución de problemas para poder pedir y recibir la ayuda que toda persona merece”.