Arrancó la feria de Tordesillas con una gran corrida de rejones y una entrada muy aceptable con tres cuartos largos del aforo, a pesar del cielo amenazante que se mantuvo hasta el final del festejo.
Los toros del ganadero extremeño Luis Terrón, tuvieron romana y excelente presentación, todos con cinco años y despuntados reglamentariamente.
Andy Cartagena
Abrió plaza el veterano rejoneador Andy Cartagena con su espectacular estilo propio y lució a sus cabalgaduras. Su primero salió con muchos pies al que sometió con dos rejones de castigo. Las suertes de banderillas fueron certeras y con brillantez. Mató de forma fulminante y paseó una oreja pedida con fuerza.
Con el cuarto brilló en todas las suertes ante un buen ejemplar. Las cabriolas y la exhibición de sus monturas fueron espléndidas. Y su temple con los toros a la cola y al estribo fueron muy aplaudidos. Tras un rejonazo certero, pero poco eficaz, sonó un aviso y enfrió al personal. Sonaron palmas en el tendido.
Ana Rita
La amazona portuguesa, que ya es asidua en Tordesillas, hizo dos faenas muy parecidas a ambos toros. En el primero destacó con un par a dos manos muy bien ejecutado. La lusa tiene el don del dominio con sus cabalgaduras y exhibe a sus corceles con precisión casi absoluta. Clavó medio de rejón de muerte y tuvo que bajar pie a tierra descabello en mano. Paseó una oreja.
Con el que hizo quinto, otro buen ejemplar, Rita estuvo muy variada en todos los tercios y sobrada a la hora de templar a los toros encelándolos con sus cabalgaduras. Además, su rejoneo es alegre y vistoso lo queda brillantez al espectáculo. Tardó en doblar el animal tras el rejón de muerte y sonó un aviso. Paseó otra oreja, pero esta vez acompañada de las féminas de tres pandas que habían adquirido los derechos de arrastre; una tradición que sigue manteniendo Tordesillas en sus fiestas taurinas.
Cerró plaza el joven Sebastián Fernández, al que venimos observando su gran evolución a lomos de sus corceles. Frescura, atrevimiento, conocimiento de los terrenos y buena doma. Además de innovar nuevas suertes como los quiebros que hace en un palmo de terreno en la cara de los toros. Dio una vuelta al ruedo por su cuenta en el primero de su lote.
Y con el sexto ejecutó las suertes con soltura y brillantez, tanto en largas, cortas, los citados quiebros y el adorno al toro con su sombrero que causó admiración y muchas risas en el tendido. A este último lo mató de rejonazo eficaz tras pinchar y le concedieron las dos orejas.
La banda de música que dirige Pepo Núñez, interpretaba el popular pasodoble tordesillano “Llegó la Peña” cuando el festejo tocaba a su fin.
El miércoles volveremos al coso de Tordesillas para ver la última de feria; una corrida de toros de Torrehandilla y Torreherberos para Curro Díaz, Manuel Escribano y José Garrido.