La llegada de la etapa universitaria es siempre un momento emocionante, a veces de nervios y dudas, pero con los pasos firmes en el camino hacia el futuro. En Valladolid, las clases comenzaron el pasado lunes, 12 de septiembre, en algunas facultades, mientras que en otras empezaron la semana anterior. Tras el instituto llega por fin el tiempo de estudiar lo que a uno realmente le apasiona, aquello a lo que quiere dedicarse el resto de su vida, y son muchos los estudiantes que inician los grados universitarios que han escogido por vocación. Otros lo hacen por las salidas laborales, y otros todavía están a la espera de entrar en la carrera que eligieron como primera opción. Algunos lo tenían claro desde el principio. Otros han dudado hasta el último momento.
Las universidades de Castilla y León acogen, como cada año, a miles de estudiantes nuevos en todos sus grados, como Pablo, Sara, David, Violeta, Inés, Jaime o Gloria, procedentes de diferentes lugares de la Comunidad y de otras partes de España, que han empezado estos días sus estudios en la Universidad de Valladolid (UVa). La mayoría de ellos viven este comienzo con ilusión y muchas ganas, aunque no son pocos los que predicen que no será fácil y tendrán que esforzarse. En sus primeros días de clases, los alumnos del primer curso en la UVa han salido con todo tipo de impresiones.
En una de las nubladas mañanas de esta semana, David, Sara y Alonso, estudiantes recién incorporados al Grado en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación, caminan hacia el Campus Miguel Delibes para comenzar sus clases, la rutina que a partir de ahora tendrán que seguir durante los próximos cuatro años. Estos alumnos, llegados a Valladolid desde Burgos y León, coinciden en que las clases les están gustando, pero el grado "pinta complicado". Sus motivos a la hora de escoger este grado son diversos. En el caso de David, su primera opción era Informática, mientras que Alonso eligió Telecomunicaciones "por las salidas" y Sara lo decidió "a un día de que se cerrara el plazo".
Un poco más adelante, en pleno Campus, se encuentran David, Pablo y Jaime, alumnos de Química, del doble grado en INdat (Ingeniería Informática y Estadística) y de Ingeniería Informática, quienes esperan de esta etapa "conocer gente nueva", además de desarrollar sus estudios universitarios. Por ahora, su objetivo se está cumpliendo, "la gente es simpática, todo es entretenido y los profesores son buenos, estamos muy contentos". Antes de la universidad, "los conocimientos que teníamos eran muy generales, ahora puedes focalizarte más en lo que te interesa a ti para el futuro y desarrollarte en lo que te gusta", señalan.
Eso es también lo que pretende la alumna cántabra Aimara Fernández, que ha llegado a la UVa para estudiar Educación Social. Su misión es "ayudar a la gente", y sus primeras impresiones han sido "buenas". Esta estudiante, sin embargo, no tenía muy claro qué grado escoger antes de realizar la preinscripción, hasta que finalmente se decantó por Educación Social. De estos cuatro años espera "pasármelo bien, y sobre todo, tener un futuro, que hoy en día es difícil", apunta.
También pretende "ayudar a la gente" Gloria Jiménez, que se ha trasladado a Valladolid desde Medina del Campo para estudiar Trabajo Social, aunque tampoco tenía demasiado claro qué grado cursar, "estaba entre enfermería y Trabajo Social", indica, "puse esta última como primera opción y aquí estoy". De esta etapa, Gloria espera "no arrepentirme y estar a gusto", aunque reconoce que "es muy diferente al instituto y tengo que acostumbrarme a esta dinámica para no perderme".
Por las salidas o por vocación
De Medina del Campo también procede Silvia, alumna de Administración y Dirección de Empresas (ADE), quien también decidió su carrera en el último momento, y lo hizo "por las salidas". Puede que tras la finalización de sus estudios, "haga un máster", comenta.
En la Facultad de Educación, Carla, Violeta, Inés y Lydia toman café en uno de sus descansos entre sus clases de Educación Primaria, el grado que han escogido. Estas estudiantes, procedentes de Granada, Valladolid, Logroño y León coinciden en su pasión por la educación y por los niños. Una de ellas, Violeta, comenzó primero a estudiar Publicidad y decidió, posteriormente, cambiarse de carrera. Como todo alumno universitario, desean "encontrar trabajo" tras la finalización de sus estudios, algo que en su caso, probablemente tendrá que pasar por la realización de oposiciones.
No importa si se trata de carreras de ciencias o de letras. De lo que no hay duda es de que después del esfuerzo, de las largas tardes de estudio en la biblioteca, de los interminables trabajos y de los días de continuas clases, el aprendizaje está asegurado. Y también las nuevas amistades que tal vez no acabarán después de cuarto. O algo intrínseco a la vida universitaria, esas jornadas festivas que nunca más volverán a repetirse.