El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, y la presidenta del Centro Superior de Investigaciones Científicas, Eloisa del Pino, han mantenido esta tarde un encuentro en el Palacio de Santa Cruz, sede del Rectorado de la UVa, en el que han suscrito una declaración conjunta por la que ambas instituciones se comprometen a mantener el apoyo que prestan al Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM).
La UVa y el CSIC llevan a cabo en estos momentos un proceso de negociación de un nuevo convenio y reglamento de régimen interno del IBGM que actualice y mejore los textos anteriores. Según este nuevo acuerdo, el IBGM pasará a denominarse Instituto de Biomedicina y Genética Molecular para reflejar mejor la verdadera actividad del instituto, que se centra en la Biomedicina, incluyendo el desarrollo de la medicina de precisión y las terapias avanzadas, campos en los que ha sido pionero en varios aspectos relevantes (Genética Molecular del Cáncer de origen familiar y Terapias Celulares).
El nuevo convenio mejorará la gobernanza del instituto, no solo porque incluye las normas del CSIC publicadas en 2013 y su última actualización de 2017, sino porque permitirá contar con una comisión rectora que evalúe anualmente su actividad y una comisión científica externa que evalúe la actividad y emita un informe que permita solicitar ser una unidad de excelencia María de Maetzu, uno de los objetivos estratégicos del IBGM.
Este Instituto fue creado en 1998 como centro mixto UVa-CSIC, aunque desde 1994 funcionaba como Instituto Universitario y unidad asociada al CSIC a través del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (IIB, AUM-CSIC).