Placeres de Valladolid: tres formas de asar el lechazo que quitan el sentido
El cordero lechal es uno de los platos tradicionales que nunca faltan en las mesas de los castellanos y leoneses, te proponemos varias formas de cocinarlo
1 octubre, 2022 07:00Noticias relacionadas
Si hay un plato que no falta en las mesas de los castellanos y leoneses en Navidad, en bodas o en cualquier otra celebración es el lechazo asado, una de las preparaciones culinarias favoritas para los días especiales en la Comunidad. Esta receta es más que conocida por nuestras abuelas y ha ido pasando de generación en generación. También es habitual en muchos asadores y restaurantes de Castilla y León, cada uno con su propio toque personal. Tradicionalmente, el lechazo se cocina en horno de leña, aunque también puede hacerse en horno eléctrico.
La receta original no contiene más que unos pocos ingredientes: el cordero lechal, agua y sal. A veces también se hace con aceite de oliva u otro tipo de grasa, como manteca de cerdo. Pero esta tradicional elaboración culinaria tiene otras versiones. Cada una de ellas aporta un sabor particular, aunque la técnica no difiere demasiado entre unas y otras.
Asar lechazo requiere al menos tres horas, aunque lo que tarde en prepararse dependerá del tamaño del cordero y algunos optan por hacer una versión un poco más rápida. Pero dejando que el horno haga su trabajo, no será necesario invertir demasiado tiempo, a diferencia de otras recetas. Con estar pendiente y saber cuándo darle la vuelta es casi suficiente. Para acompañar durante la cena o comida, puedes preparar una rica ensalada con productos de la huerta y un buen vino.
Si quieres obtener algunas ideas para preparar lechazo asado, no te pierdas estas tres formas distintas de cocinarlo.
Al estilo tradicional
La clásica receta de lechazo asado es la que se prepara en horno de leña, pero también puede hacerse en cualquier horno eléctrico. Lo ideal es mantener el horno a 180 grados o menos durante unas tres horas, pues cuanto más lento se cocine, mejor será el resultado. Pero a veces no se dispone de tanto tiempo y hay quienes optan por cocinarlo a 200 grados para que se haga más rápido, en algo más de una hora. Otros prefieren comenzar a 130 grados e ir subiendo según se le da la vuelta, primero a 160 grados y después a 200 para el tueste final.
El lechazo asado al estilo tradicional se hace precalentando el horno a 180 grados un buen rato antes de introducir la carne en su interior. Cuando haya alcanzado esa temperatura, se mete el cordero y se deja cocinar durante 45 minutos con la carne hacia arriba; y otros 45 minutos con la piel hacia arriba. Al final, se pone unos 15 minutos a 200 grados para tostar la piel y conseguir que esta quede crujiente, sin que se queme. Todo ello depende también de si se prefiere la carne muy hecha o poco hecha.
El agua es un ingrediente fundamental para asar el lechazo, pero hay que tener cuidado, pues si se añade demasiada, el cordero puede cocerse en lugar de asarse. Por ello, algunos optan por cocinarlo en una rejilla que se coloca sobre una bandeja en la que se pone el agua y donde se formará el caldo. Otra opción es poner el lechazo sobre dos cucharas de madera mojadas para que no toque el agua y evitar que se cueza. Eso sí, tendremos que evitar, de igual manera, que se quede seco, por lo que se puede rociar con un chorrito de agua o el propio caldo cada 15 minutos.
Con un toque de especias
Si bien la receta tradicional no contiene más que el cordero, agua y sal, hay quienes prefieren darle un toque de especias u otros ingredientes que siempre enriquecen el sabor. Por ejemplo, se puede preparar el clásico condimento de la cocina española: ajo y perejil. Pero también se puede añadir romero, orégano, pimienta, tomillo o unas hojas de laurel.
Para el adobo, se macha el ajo con las especias escogidas y se untan después en el lechazo para que coja el sabor. En cuanto a los líquidos, puede usarse aceite de oliva, un chorrito de vinagre o vino. Y de este último, precisamente, también disponemos de gran variedad en Castilla y León.
Algunas personas optan por añadir limón o almendras. La forma de prepararlo no difiere demasiado de la tradicional, aquí lo que cambia es el sabor y el tiempo añadido que requiere preparar un delicioso adobo, aunque esto tampoco nos llevará muchos minutos.
Con patatas
Ya decidas preparar el lechazo al estilo tradicional con agua y sal o elaborar un adobo con ajo y especias, una de las variantes más extendidas de esta receta es asarlo con patatas.
Para ello, se introduce primero el cordero en el horno y se deja cocinar los primeros 45 minutos. Mientras tanto, se pelan las patatas y se cortan en láminas. Al sacar el cordero para darle la vuelta, es el momento de añadir las patatas con sal, pimienta u otros condimentos en la base de la bandeja donde lo estamos cocinando.
El lechazo se cocinará junto a las patatas el resto del tiempo, y como siempre, utilizaremos los últimos 15 minutos para tostar la piel del cordero a 200 grados. Mientras se hace, debemos estar pendientes para valorar si será necesario más o menos tiempo.