Espectacular la presentación de los novillos lidiados en Mojados, en el cierre de temporada en Valladolid y provincia. Los utreros de Ribera de Campocerrado, del ganadero y hombre de negocios salmantino Agustín Trapero, pusieron la emoción en una tarde interesante de toros. El coso mojadense acogió media entrada con tiempo veraniego.
Igor Pereira
Abrió plaza el espigado novillero brasileño afincado en Cantalejo, Igor Pereira. Está preparado para dar el salto al escalafón superior; novillero más que hecho, poderoso, variado y con buen manejo de las telas toreras y conocimiento de los terrenos. Con la espada le falta carretón.
Su primero, un utrero negro, armonioso de hechuras y enseñando las puntas, fue noble en la muleta de Pereira al que le dio tandas de bello trazo por el pitón derecho. Con la zurda el animal protestó. Epilogó con bernadinas ceñidas y enterró el acero tras el primer intento que asomó por el costillar. Fue el novillo más flojo de un encierro manejable en general. Paseó una oreja junto al mayoral de la ganadería y el novillo fue aplaudido en el arrastre.
Al cuarto, un utrero colorado con presencia y cara, lo recibió por vistosos delantales. Es rehiletero, pero no estuvo acertado y solo pudo clavar un par al quiebro. Con la franela, el animal, que fue un tanto distraído, atendió a los toques del brasileño con prontitud y lo toreó por ambos pitones en faena de largo metraje recibiendo un aviso. Fue una faena con limpieza y seriedad. Terminó en cercanías. Mató de rinconera y golpe de verduguillo. Le pidieron la oreja que paseó junto al mayoral de la ganadería.
José Manuel Serrano
Con su primero, un castaño albardado, cuajado, que tuvo movilidad y emoción en el recibo capotero, Serrano estuvo discreto y, aunque le sacó alguna tanda por ambos pitones, debió ponerle más alma a un animal que fue noble. Mató al segundo viaje tras una faena larga con aviso incluido. Fue silenciada su labor.
El quinto lo brindó a César Jiménez. Fue un auténtico toro, serio por delante, que no acabó de entregarse y al que le faltó un puyazo y una lidia poderosa, Serrano pasó dificultades, sobre todo a la hora de entrar a matar que fue volteado aparatosamente siendo atendido en la enfermería de un varetazo y rotura de la fascia. Acabó con el novillo Igor Pereira.
Pérez Marciel
El novillero de Nava del Rey estuvo en auténtico novillero; es decir con ganas de triunfar y fue a por todas desde las largas cambiadas y chicuelinas ante un novillo castaño de gran presencia, que tuvo nobleza y humillación. Juanan Agudo (Titi) fue aplaudido tras echar el palo muy campero y meter las cuerdas.
El de nava del Rey brindó al Taru. Y recibió al buen utrero de hinojos. Luego, con la mano derecha utilizó la franela con frescura, quizás le faltó un poco de sosiego, pero puso ambición de triunfo y ganas de agradar. Mató al segundo intento y le pidieron con fuerza las orejas que paseó risueño. El novillo fue despedido con palmas.
Con el que cerraba plaza, un novillo negro, bien hecho y en puntas, aunque resultó el más dificultoso porque no se entregó nunca y salía con la cara alta de la suerte, Pérez Marciel siguió con su entrega y pundonor desde los lances capoteros, un par de banderillas de poder a poder y varias tandas con ambas manos.
La espada entró al segundo intento y el tendido volvió a sacar los pañuelos con fuerza para que el usía le concediese otras dos orejas. Luego, con la noche echada, Pereira y él saldrían a hombros del coso mojadense.