Esta es la historia de una pareja de ciudadanos que no podía afrontar los créditos acumulados tras verse afectada por la inestababilidad laboral que golpea a muchas familias a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional. En este caso, la pareja se ubicaba en Valladolid. Debido a las dificultades para obtener ingresos estables decidieron solicitar algunos préstamos. Con ellos podían afrontar gastos como la manutención de sus hijos o los suministros habituales.
La Asociación de Ayudas al Endeudamiento asegura, a través de un comunicado recogido por EL ESPAÑOL de Castilla y León, que la situación no mejoraba, el bucle en el que estaban inmersos cada vez era más delicado. Al no poder pagar los primeros préstamos, pidieron más para no generar impagos. El problema comenzó a descontrolarse cuando sus ingresos seguían sin ser estables o el monto se acumulaba hasta los 110.000 euros.
Fue en 2019 cuando solicitaron a los abogados de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento que estudiaran su caso para encontrar una vía de escape. Estudiado el caso con minuciosidad, les aconsejaron comenzar el procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad.
Tal y como explica Fran Bautista, abogado de Ayuda al Endeudamiento, “se trata de un caso muy común entre nuestros asociados. Solicitar más préstamos para pagar anteriores solo pospone un desenlace evidente”. Además, prosigue Bautista, “la inexistencia de unos ingresos aceptables para poder pagar la deuda convierte a este matrimonio en insolvente”.
Una nueva vida, sin deudas
La estrategia a llevar estaba clara: dar respiro económico a los deudores y lograr un acuerdo o, en su defecto, el perdón de todo.
Para ello, el primer trámite fue presentar un preconcurso de acreedores con el que se paralizaban los pagos y cualquier intento de ejecución de embargo sobre sus cuentas bancarias, bienes o ingresos.
Con esto comenzaron las negociaciones extrajudiciales intentadas en notaría, obligatorias en los procesos concursales anteriores al 26 de septiembre. Tras la entrada en vigor de la nueva reforma concursal, este paso ya no es obligatorio.
“El objetivo por el que se añadió este trámite no ha cumplido su función. Se intentaba que disminuyeran las personas que solicitan concurso de acreedores, pero la constante negativa de los acreedores a cooperar lo impedía”, explica el letrado de la Asociación.
Tras haber intentado el acuerdo, se presentó la demanda de concurso y se solicitó al Juzgado que la vivienda del matrimonio a cambio del perdón de todo. Una vez revisados que los deudores eran insolventes, no habían estado en concurso en los últimos 5 años ni exonerados en los últimos 10; el juzgado encargado del caso no tenía otra opción.
El Juzgado de Primera Instancia N.º 1 de Valladolid ha dictado el auto concediendo el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) dejando libres de 109.567,01 euros a este matrimonio entregando la vivienda como dación en pago.
Desde ahora, los acreedores de los asociados -entre ellos algunos como Cofidis, Corte Inglés, EVO o BBVA- no pueden reclamar nada más ni incluir a los ex-deudores en ficheros de morosos.