"Para la Seguridad Social estoy muerta y no puedo cobrar la pensión": la pesadilla de una vallisoletana

Si ya es duro el trago de perder a un marido, más lo es cuando “por un error” el fallecido pasas a ser tú, y la Seguridad Social te incorpora a su archivo de fallecidos y, por lo tanto, te quedas sin cobrar tu prestación por jubilación. Una situación kafkiana que le ha ocurrido a Carmen Tola, una vallisoletana de 67 años. Y no es la única, son ocho personas las que se encuentran con esta problemática en la provincia de Valladolid.

El marido de Carmen falleció el pasado mes de agosto con 78 años después de haber pasado más de año y medio ambos en una residencia asistencial lo que les acarreó unos importantes gastos. Tras el fatal desenlace, la viuda comenzó las gestiones de las últimas voluntades, pero cual fue su sorpresa cuando un 25 de septiembre le ingresan su habitual pensión, después de haber estado trabajando durante más de 30 años, y al día siguiente se la retiraron de su cuenta corriente en el banco.

¿La razón? Pues detrás de muchas horas de llamadas y de confusión se la comentó que en la base de datos de la Seguridad Social aparece como fallecida, por lo tanto no se puede pagar ese ingreso. El fallo administrativo viene derivado de incluir a Carmen en el registro de fallecidos junto al de su marido. Por supuesto, la pensión de viudedad que le corresponde tras la muerte de su esposo tampoco se ha abonado a mayores. Carmen ya no existe para la Seguridad Social y por eso se deja de pagar.

Ahora la vecina de Parque Alameda se encuentra en una situación complicada porque como apunta su hermana Purificación, desde el 25 de agosto lleva sin recibir ingresos, tiene que hacer frente a una hipoteca y a muchos gastos. “Su economía se ha visto bastante mermada tras estar en la residencia y ahora mucho peor por culpa de este error”, asegura. Un error que es la palabra que le han dado como explicación a todo esto. “Nos han dicho que hay otras ocho personas en Valladolid en esta situación y lo ha confirmado la delegada del Gobierno, Virginia Barcones”, lamenta su hermana.

El caso de Carmen es uno, el de Francisco en Medina de Campo, otro, pero los otros seis son desconocidos. Por eso, Purificación aboga porque se hagan públicos para dar a conocer esta situación “tan lamentable” donde “hay una persona que no está haciendo bien su trabajo, por eso hay que hacer fuerza entre todos”. Lamenta mucho que la delegada del Gobierno diga que se trata de “algo habitual”, pues cree que “debería darle vergüenza", pues "hay gente que lo está pasando muy mal”, entona casi desesperada.

Viajes sin respuesta

Hasta que este “error” se subsane por parte de la Seguridad Social, Carmen, que sufre una discapacidad reconocida, tendrá que seguir con los interminables viajes al instituto de la SS, a los juzgados, a la gestoría…y con el trastorno que ningún trámite se puede realizar de manera telefónica y tiene que estar presente en todos los lugares.

De momento se hace a la idea de que esto “va para rato” porque “te mandan de un lado a otro” y, aunque la propia Seguridad Social reconoce que es un “error suyo”, hasta que no se solucione el papeleo, esta vallisoletana no podrá cobrar su merecida pensión y vivirá en una situación límite.