La desnutrición es un estado físico del cuerpo humano causado por la escasez de nutrientes. Este estado viene provocado por una ingesta reducida, una pérdida de nutrientes o una mayor demanda de los mismos no satisfecha. Esta situación aparece frecuentemente en personas con enfermedades crónicas, siendo este un colectivo en el que la desnutrición relacionada con la enfermedad presenta una prevalencia del 60%. Además, esta desnutrición es más llamativa en pacientes con edad avanzada. Según un estudio puesto en marcha por la Universidad de Valladolid, que analiza pacientes con patología oncológica, la desnutrición en este tipo de pacientes puede dar lugar a complicaciones que van mucho más allá de la simple pérdida de peso, como la reducción de la tolerancia al tratamiento (quirúrgico, quimioterapéutico o radioterápico), el aumento de la estancia hospitalaria, el aumento de los costes y el aumento de la morbilidad y mortalidad asociadas a la enfermedad. Así, se presenta como fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz del mal estado nutricional, ya que influye positivamente en la evolución de la enfermedad.
En este contexto, investigadores del Centro de Investigación en Endocrinología y Nutrición de la UVa proponen la ecografía muscular como herramienta complementaria para el diagnóstico de la patología. "Clásicamente se ha utilizado el peso, la talla y el índice que las relaciona (Índice de Masa Corporal) para la evaluación del estado nutricional y su monitorización. Este índice induce muchos errores sobre todo en situaciones en las que no existe variación del peso y sí que existe cambio en la composición corporal (por ejemplo, en patología renal, hepática o cardíaca en la que existe un aumento del contenido en agua corporal y una disminución del componente muscular y graso). Por tanto, esta técnica nos sirve de complemento a determinaciones antropométricas, que miden las dimensiones del cuerpo, realizadas en la consulta, pudiendo observar directamente el músculo que nosotros elijamos, valorando su tamaño y su aspecto que se relaciona con su funcionalidad", explica el doctor Juan José Lopez.
La ecografía o ultrasonografía muscular
El propósito del estudio puesto en marcha por López y su equipo ha sido comparar eficacia de la ecografía muscular con técnicas habituales en la práctica clínica actual como la dinamometría de mano (consistente en la medición de la fuerza muscular mediante la fuerza de prensión manual) o la impedanciometría bioeléctrica (técnica utilizada para medir la composición corporal basada en la capacidad que tiene el organismo para conducir una corriente eléctrica). El estudio muestra la ecografía en pacientes con cáncer como una herramienta de diagnóstico segura y rentable que puede compararse con otras técnicas utilizadas en la práctica clínica. "Esta técnica nos permite evaluar la calidad y la cantidad de distintos músculos corporales, lo cual se encuentra relacionado con la masa muscular a nivel general. Además, la ecografía nutricional es una técnica sencilla, que se puede realizar en la misma consulta o a pie de cama en el paciente hospitalizado. Esto la diferencia de otras técnicas más complejas de determinación de la masa muscular que requieren equipos más claros, desplazamiento del paciente y en algunos casos emisión de radiación ionizante", concluye el investigador de la UVa.
Aunque este estudio permite conocer la utilidad de la ecografía nutricional en el paciente oncológico de cara a su implantación en la práctica clínica habitual en la detección del deterioro muscular y poder realizar un tratamiento médico nutricional adecuado, "en Medicina no se puede generalizar, lo que se cumple en un grupo de pacientes, probablemente no sea exactamente igual en otro. Por tanto, es necesario evaluar estas nuevas técnicas con técnicas ya implantadas como la impedanciometría bioeléctrica en distintos grupos poblacionales", adelanta Juan José López.