Sara Escudero (Arenas de San Pedro, Ávila, 1981) lleva sacándonos unas buenas sonrisas durante muchos años. Nuestra entrevistada iba para médica, llego a estudiar tres años la carrera de Medicina en Salamanca, pero en el año 2002 cambió todo por el teatro para descubrir, en el 2006, Stand up Comedy y convertirse en una de las cómicas más célebres del país.

La abulense es una apasionada de su trabajo y se encarga de crear sus propios monólogos. Este sábado estará en la localidad vallisoletana de La Cistérniga, desde las 20.00 horas y en la Casa de Cultura para llenar el lugar de alegría y buen humor.

P.- Actriz, cómica y presentadora. ¿Se puede con todo a la vez?

R.- Se puede, se puede. Durmiendo poco, eso sí. Es más sencillo de lo que parece porque, al final, lo de presentar es la consecuencia de ser humorista.

P.- Se podría decir que es usted una mujer “polifacética”.

R.- Soy trabajadora y una apasionada de mi trabajo en todas sus facetas de desarrollo.

P.- ¿Con cuál de sus tres facetas se quedaría?

R.- Esto es como cuanto de pequeña te preguntaban si querías más a papá o a mamá. ¿Por qué hay que elegir? Me niego. Me gustan esas dos facetas por igual.

P.- ¿Cuál es el momento que más recuerda como actriz?

R.- Sin duda mi trabajo más “grande” que fue ser Theresa, la directora del instituto de la serie Flipante Noa de Disney Channel en el año 2019. Mi primera serie con un elenco de niños y niñas maravillosos con los que, a día de hoy, tengo contacto. También con mi amigo Leo Rivera, como compañero, y con un equipo técnico, de vestuario y maquillaje únicos. Éramos una piña. Fue mágico.

P.- Hablando de su faceta como cómica, ¿Cuánto de difícil es preparar un monólogo?

R.- Como en cualquier proceso artístico o en cualquier profesión, a medida que pasan los años las tablas se nota para bien. Lo difícil es escribir comedia y transmitirla porque el humor es muy subjetivo. Depende de quién te escuche, de las ganas que tenga, del contexto en el que se produzca esa comunicación… El humor es actitud y es lo que más difícil te lo pone.

P.- ¿Cómo se inspira?

R.- Me inspiro en lo que veo, vivo, sueño e invento.

P.- ¿Cuál es el monólogo que recuerda con mayor cariño?

R.- Siempre el primero. Aquel “parto” de mi primera hora y media del tirón sin haber hecho ni una prueba con los amigos. Siempre será muy especial y eso que había 14 personas en el bar. Creo que esa sinergia fue la que hizo que saliera tan divertida siendo tan novata escribiendo stand-up. ¿Ves? Es actitud. La de los 14 y la de la novata.

P.- ¿Nos tomamos la vida muy en serio? ¿Deberíamos reír más?

R.- Absolutamente. La risa es salud mental. Cuando pasa el tiempo y eres capaz de reírte de algo que te hizo pupa quiere decir que lo has colocado en un punto liberador, sano… que has pasado página. Mi lema es: “aprendamos a reírnos de nosotros mismos para tener diversión garantizada durante toda la vida”.

P.- ¿Qué es lo que a usted le da más risa?

R.- Todo. Soy risueña por naturaleza. Desde pequeña.

P.- Es de Arenas de San Pedro, en Ávila. Mañana va a estar en La Cistérniga (Valladolid). ¿Juega prácticamente en casa?

R.- Pisar Castilla y León siempre me da esa sensación de que estoy en casa y de que nos vamos a entender.

P.- ¿Qué tiene preparado para La Cistérniga?

R.- Iré con ‘Tiempo al tiempo’ que es un monólogo en el que hablo de muchas cosas. La línea de argumento es que cuando pasa el tiempo te ves donde no pensabas.

P.- ¿Es Sara Escudero feliz?

R.- Creo que sí. Eso no quiere decir que no llore y que no tenga momentos terribles o días que quisieras borrar. Momentos en los que te desmoronas, que me pasa, sobre todo, desde que Nala me cambió de dimensión, porque vivo con el dolor más grande que he sentido nunca. Si cuando te miras desde fuera ves a gente a la que amas y que te ama y se te pone la sonrisa de verdad en la cara… eso es que lo eres.

P.- Objetivo y deseo para el futuro más cercano.

R.- Mi deseo sería poder hacer una serie o una película como actriz. Lo estoy deseando. Mi objetivo es seguir mirando a mi alrededor y sonreír. Cuando te pasa eso, aunque duermas poco, duermes y vives en paz.

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