Este martes, 13 de diciembre, el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page aseguraba que no le gustaba nada la reforma del delito de malversación y así lo expresaba en rueda de prensa ante los medios de comunicación apuntando que “no es tolerable” y añadiendo que es “un momento grave para la política española”.
El socialista pedía al PSOE y a ERC que “no nos tomen por tontos” y añadía, sin pelos en la lengua y en unas declaraciones que no dejaron indiferentes a nadie.
En la mañana de este miércoles, 14 de diciembre, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, se ha alineado con el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha. El primer edil ya manifestó hace unas semanas su disconformidad.
El primer edil ya aseguró que no tenía mayor problema con el tema de la sedición pero que el de la malversación “me chirriaba y tengo esa misma opinión”. Ha añadido que es una reforma que “no acabo de entender, no me gusta ni me encaja”.
Ha añadido que no es que “coincida mucho con García-Page” y no tiene una valoración tan estricta en lo que se refiere a que “los delitos se ajustan en función a los delincuentes”.
También el presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha mostrado "contrario" a esta reforma del delito de malversación pactada por PSOE y ERC y ha pedido penas "más altas para los independentistas por destinar dinero público para un referendum ilegal y declarar la idendependencia de Cataluña. Ha exigido, además, "rearmar" al Estado contra los secesionistas ante su exigencia de un referéndum de independencia.