El candidato a las primarias de la lista ‘Ciudadanos de nuevo’, Edmundo Bal, visitaba este domingo Valladolid para presentar su candidatura. Un encuentro que sirve para hablar con los militantes sobre la necesidad de "hacer real esta refundación", según informaba Francisco Igea.
En su presentación ha acusado a quienes han establecido un "socio preferente", acusando a los del otro lado de "malvados, satánicos y gente que solo produce el mal para el país". Durante todo el discurso, ha asegurado que son un "partido liberal" y que "no es inteligente" dicha estrategia puesto que "hay muchos votantes de centroizquierda huérfanos de partido".
De este modo, apunta que "muchas personas significativas lo publican en los medios de comunicación", mostrándose "escandalizados" con el actual Gobierno de Sánchez; "el pero de 40 años de democracia, que ha arrojado a nuestro país", tal y como lo ha definido Bal.
Asimismo, advirtió que “derrumbará la torre de marfil” en la que se ha refugiado la dirección del partido, que “solo se ha limitado a dar consignas para que los afiliados las repitan como si fueran loros o papagayos”. Ha recordado que durante el periodo de refundación se han hecho 2.300 encuestas, que “se tardaba 50 minutos en rellenar”, y en que la bicefalia “solo la quiso un cinco por ciento, pero interesaba mantenerse en la portavocía del Congreso y estar en la sombra en su dirección”.
Bal ha mencionado el “importante reto electoral de mayo” y ha transmitido a los afiliados que el partido, bajo su mandato, “no escatimará esfuerzos, ni económicos ni de otro tipo tipo, en esa campaña electoral”. Por eso, avanzó que tras el 16 de enero, si su candidatura es elegida, mantendrá una reunión con afiliados “valientes” que se presentan en sus ayuntamientos, con el fin de “compartir criterios para hacer una buena campaña electoral, así como experiencias y confiar en el criterio de los afiliados, lo que no ha pasado nunca en este partido”.
Todo ello, dijo, con el fin de “poder alcanzar los pactos políticos que generen estabilidad, a ambos lados del centro político”, en el que insistió se ubicará Cs bajo su dirección, “no como hace cuatro años, que se instó a pactar sobre todo con el PP y que es lo que sucedería si gana la candidatura en que se enmarca Inés Arrimadas”.
Por otro lado, ha lamentado que han "estrechado el espacio ideológico" y que, durante los últimos tres años, los han catalogado como un "partido de derecha". Ante ello, asegura: "En España solo hay dos partidos de derechas y nosotros no lo somos". Por ello, cree que es imprescindible "negociar con ambos lados a favor de la ciudadanía". Este, asegura, es el proyecto con el que se presenta para liderar las primarias.
Lo que busca es "refundarse" y "volver a los orígenes". Mediante un trabajo de autocrítica ha asegurado que Ciudadanos se ha convertido en "un partido más" y que se han "olvidado de los orígenes", de "dar voz a quien no la tiene" y de "contestar a las preguntas difíciles, dando la cara ante afiliados y votantes".
Edmundo asegura que "se nos llenó la boca y se nos olvidó ser valientes". Por ello, apuesta por la "refundación" y por "mirar hacia el futuro sin olvidarse de la tradición del pasado, de esa valentía". Garantiza que recuperarán el "espíritu" y que también la "idea de utilidad", dado que considera que la han perdido. Con esta nueva apuesta, intentará que los "afiliados y votantes tengan ilusión nuevamente".
"Evitar el populismo de izquierdas y derechas"
"La situación es mala y no se puede negar, las últimas cuatro encuestas nos dan por debajo del 2%", aseguraba procurador de la formación naranja en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea. Sin embargo, aseguraba que el "espacio político existe" y que en Castilla y León saben la "importancia" de "evitar la polarización y el populismo de izquierdas y derechas". Haciendo alusión a que esta Comunidad es la "primera gobernada por el populismo de derechas". Un gobierno que "acosa, critica e insulta a la prensa" y un parlamento que "se salta las reglas".
Por tanto, Igea cree fundamental "mantener el espacio central" y, para ello, hay "pocas cosas mejores que un abogado del Estado", matizaba. El procurador de Ciudadanos en Castilla y León lamenta que "este país se está jugando mucho" y que, por ello, es "importante" tomar decisiones y "distancias".
"Nosotros no podemos avalar a quienes utilizan el nacionalismo populista como arma. A quienes niegan la legitimidad democrática a medio país. Me da lo mismo unos que otros. Tenemos que huir de esto. Me preocupa que se nos vea proponiendo gobiernos con populistas", afirmaba Igea.
Finalmente, ha asegurado que su deseo es que el partido "defienda los derechos en todos los países y que se escandalice cuando ocurran cosas como las acontecidas en Melilla". Por ello, considera que la candidatura de Edmundo "es la mejor y todos tenemos que tendernos la mano".
"Todos somos necesarios"
Edmundo Bal avanzó que, si la semana que viene su candidatura es la más apoyada, el 16 de enero se sentara con los “compañeros del partido”, también aquellos que integran la otra opción, “donde hay gente muy valiosa”. En el mismo sentido se pronunció Igea, quien aseguró: “Todos somos necesarios", apuntaba. "Cuando acabe el proceso tenemos que tendernos la mano. En este partido solo quedamos los traidores y aquí seguimos", ironizó el procurador, que se mostró partidario de los "traidores de un lado y del otro y entre todos ponerse de acuerdo".
Por eso, Bal aseguró que ha intentado que fuera un “debate de ideas, pero a veces son de personas”. “La primera idea que plantee es que no somos una candidatura de enfrentamiento”, matizó, para justificar que no pretende prescindir de valores como Begoña Villacís en Madrid, Adrián Vázquez en Bruselas o Patricia Guasp en Baleares. “Por eso he pedido no caer en provocaciones y caer en insultos. Son nuestros compañeros y el 16 de enero nos sentaremos juntos para arrimar el hombro”, insistió.
Por último, explicó que sintió la “obligación” de presentarse” y admitió que para él “hubiera sido más cómodo “seguir hacia el barranco al partido y luego volver a la vida laboral”. Finalizaba asegurando que no quiso hacerlo porque "¿cómo hubiera yo hablado a los afiliados sobre comodidad cuando el partido se iba a pique?”.