El enfado es generalizado en los vecinos de los distintos barrios de Valladolid. Hace unas semanas comenzaban a instalarse unos postes de color naranja que llamaban la atención de todos los que pasaban por las habituales calles de sus barrios. No son más que el nuevo sistema de alquiler de bicicletas eléctricas que no ha dejado indiferente a nadie.
En total son 97 estaciones las que se han distribuido por toda la ciudad. Una medida con la que pretenden que los ciudadanos dejen a un lado su vehículo y apuesten por la movilidad sostenible. El pensamiento es ese, pero desde el otro lado no lo ven así. En cuanto pusieron la primera imagen por redes sociales de cómo estaban quedando, fueron muchos los usuarios que criticaron la utilidad y los lugares donde se habían colocado.
Los aparcamientos cada vez están más comprimidos. En muchos barrios de la ciudad tienes que dar muchas vueltas hasta que estás de suerte y encuentras un pequeño hueco donde estacionar. Por este motivo, esta nueva implantación hace que, cada vez, sean menos los espacios disponibles en Valladolid. En una cosa coinciden todas las asociaciones vecinales: “Nos tenían que haber preguntado”. Nadie mejor que ellos para saber dónde se deberían haber puesto estos nuevos artilugios sin molestar a los propios ciudadanos.
Desde la Asociación de Vecinos de Covaresa, su presidenta Dana Esianu lamenta que “no se usa tanto la bici” y critica que “no somos chinos ni holandeses, no nos movemos en este tipo de transporte”. Por otra parte, no entiende porqué desde el Ayuntamiento no les han preguntado “si queremos o necesitamos bicis de alquiler”.
En una de las calles del barrio, la de Ignacio Serrano, acuden los testigos de Jehová “que llenan la calle cuando hay reuniones y, ahora ya, les va a ser imposible aparcar a ellos y a nosotros”. Esianu cree que "están castigando a la gente" y que no entiende que “haya tantas y en esas zonas”. En concreto, hay cuatro puntos donde han quitado tres plazas por cada una. “En El Peral también hay”, afirma.
Desde la Asociación de las Delicias, el presidente Francisco Gutiérrez se une a la manifestación de Covaresa: “Nos podrían haber preguntado primero”. Lamenta que hay muchas zonas que “están vacías” y que “no tendrían que haber ocupado los aparcamientos”. El presidente asegura que el otro día, mientras caminaba por la Avenida de Segovia, escuchó cómo unos ciudadanos lo estaban comentando: “Decían que, habiendo una plaza muy próxima, no entendían que hubieran quitado sitios de estacionamiento”.
La Rondilla es una de las zonas más polémicas. Aparcar en este barrio es un “caos” cualquier día del año. Las calles son estrechas y encontrar hueco es misión imposible. Ahora, se complica un poco más. Desde la Asociación de vecinos de La Rondilla, Isaac Escudero lamenta que es una zona de Valladolid donde se “necesita mucho aparcamiento y no lo hay”. Ahora no saben “qué hacer” y creen que “en las aceras hubieran estado mucho mejor colocados” estos puntos. A ellos les han quitado aproximadamente 20 sitios de aparcamiento que “hacen mucha falta porque no hay plazas suficientes”.
No se quedan atrás en quejas desde la Asociación de Vecinos de Huerta del Rey donde lo tienen claro: “El sentir general es que es un espacio que se podría usar mucho mejor para aparcar”, afirma el presidente, Juan Carlos Puente García. Además, cuestiona si “van a tener mucho uso” por los sitios dónde han implementado estos puntos. Justifica que, en la Plaza del Milenio lo podrían poner porque es “un espacio grande”, pero en otras calles no, porque “se han comido todo el sitio de estacionamiento”.
En total son "unas 50-60 plazas" las que han quitado y tienen dudas de que “vaya a tener una utilidad real”. El presidente de la asociación matiza que “deberían haber hecho una prueba” para ver si las personas se animan a utilizarlas y, luego ya, quitar todos los puntos de aparcamiento. Siempre y cuando este método de transporte funcione.
“Nos tendrían que haber preguntado. No sé si han tirado un dado encima de un tablero de Valladolid y, donde caiga, han puesto los puntos. No tiene sentido”, critica. No solo eso, sino que afirma que hay determinados puntos del barrio de Huerta del Rey donde ir con la bici es “jugarte la vida” por la “mala señalización y el tráfico denso” que se acumula en la zona.
En el barrio de Pajarillos, no entienden el cambio que se ha realizado. “Había una zona de bicis en el centro cívico y no entendemos ese punto en la Calle de la Cigüeña”, afirma la presidenta de la Asociación de Vecino de Pajarillos, Yolanda Matia. Además, justamente en la calle donde han incorporado este punto, “no tienen garaje”. Por ende, los vecinos tienen que dar “muchas vueltas” hasta que consiguen aparcar su vehículo.
“Hay gente que no compra porque no hay estacionamiento”
Al sentimiento de malestar generalizado se suma el comercio. “Entre las terrazas de los bares y los nuevos aparcamientos de bicis, esto se tendría que compensar”, señala Jesús Herreras, el presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid y Provincia (Fecosva).
Ahora “hay muchos menos aparcamientos y no hay un medio de transporte que sustituya al vehículo habitual”. En Valladolid, lamenta, que hay personas de, por ejemplo, la zona de Alfoz, que no pueden utilizar el transporte público. Herreras cuestiona: “Si en la provincia es deficiente o casi inexistente, ¿cómo se va a desplazar la gente?”.
Asegura que, muchos clientes, le han contado que van de compras pero se tienen que ir por “no encontrar ni un solo hueco para aparcar”. Además, pregunta: “¿Qué pasa con la gente mayor?”. Justifica que Castilla y León es de las “comunidades más envejecidas” y que hay personas que necesitan que los lleven en vehículo propio hasta el comercio. El comercio de Valladolid pide “soluciones” y una “alternativa clara” en el transporte público.