Valladolid ya se prepara para calentar motores. Las calles se preparan para oler a goma quemada. Los amantes de las dos ruedas ya miran al calendario y solo ven una cosa: Pingüinos 2023. La cita motera más importante de Europa ya cuenta las horas para dar el pistoletazo de salida con actividades desde este jueves y los enamorados de las motos ya se preparan para desembarcar en la ciudad del Pisuerga desde diversos puntos, ya no solo de la geografía española, sino de todo el mundo.
Entre ellos está Juan Carlos García Barroso. Gallego de nacimiento, pero panameño de adopción. Más que eso. El de O Carballiño nació hace 45 años y en 1998 se fue a vivir a Panamá. Es empresario y se dedica al mundo de los hoteles. Allí, en tierras panameñas, gestiona varios como confiesa a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
El de la provincia de Ourense, amante también de coleccionar billetes, no en vano suma más de 1.000 de, aproximadamente, 195 países distintos, espera la llegada de su moto, que partió el pasado 30 de noviembre desde el puerto de Manzanillo en Colón (Panamá) para llegar este jueves a la Antigua Hípica y disfrutar, por segundo año consecutivo, de Pingüinos. De su desfile de Banderas y Antorchas, de los conciertos, pero sobre todo, del calor humano en un periodo del año muy gélido en la ciudad del Pisuerga.
La mejor experiencia en moto de su vida
Juan Carlos es emigrante. Hijo de gallegos. Está casado y tiene dos hijos. Como hemos apuntado más arriba, se dedica a la gestión y dirección de hoteles. A cuatro en total, en la Ciudad de Panamá. Es un amante de las motos. Su pasión por ellas viene desde que tenía 13 años. La primera fue una Puch Condor. La disfrutó en Galicia, antes de partir rumbo a Panamá en 1998.
“Es la segunda vez que vengo a Pingüinos. La primera fue increíble. Este año traigo una BMW K1600 GTL Exclusive. En Panamá no hay una cultura de las motos tan arraigada. Vine gracias a dos grandes amigos, con los que repito este año. Pingüinos ha sido la mejor experiencia en moto que he tenido en toda mi vida”, confiesa Juan Carlos emocionado.
Se alojarán en un hotel, como el año pasado, aunque, junto a Roberto Casas y Jovito Otero, se plantean disfrutar de todas las actividades que están programadas, que no son pocas, desde este jueves, cuando pongan camino a Valladolid.
Una moto y más de 11.000 kilómetros de viaje
El 30 de noviembre del recién finalizado 2022, la moto de nuestro entrevistado salió del puerto de Colón, en Panamá, rumbo a España. En barco llegó, el pasado 30 de diciembre a Barcelona. Y de ahí debería desembarcar, como tarde este miércoles, a tierras gallegas para que el amante de las dos ruedas presuma de moto.
“En caso de que no logren enviarme la moto este miércoles, iré a Vigo y alquilaré una para Pingüinos. Ahora estoy en O Carballiño. Volé desde Panamá el pasado 26 de diciembre y el 27 llegué. Saldremos el jueves, mis dos amigos y yo, rumbo al nido de Pingüinos”, añade nuestro protagonista.
Una moto que espera llegar a su destino. Se ha retrasado por las épocas navideñas pero seguro que acabe llegando o no, los tres amigos viven unos días mágicos con la pasión de la moto como protagonista.
Participar en todos los eventos y conocer Valladolid
“Saldremos el jueves. Llegaremos por la tarde al hotel en Valladolid. Nos instalaremos e iremos a la Antigua Hípica a por las entradas que las compramos hace un mes por Internet. Queremos ir a la ruta a Mojados, al Desfile de Banderas, a los conciertos… participar en todos los eventos”, explica ilusionado a través del teléfono el ya panameño de adopción.
También quieren conocer más a fondo Valladolid. Su ambiente, sus bares y restaurantes y disfrutar de la gastronomía que atesora la ciudad del Pisuerga. “El año pasado recorrimos Valladolid que es un lugar muy bonito y moderno. Este año queremos conocerla más a fondo”, añade.
El objetivo, como no puede ser de otra forma, pasa por “disfrutar al máximo” de la cita motera por excelencia. Hacerlo rodeado de buena gente con la moto en el centro de todo.
De Panamá a Pingüinos y la historia de una moto que ha recorrido más de 11.000 kilómetros y espera llegar hasta la ubicación de su dueño en las próximas horas.