Café a un euro
“Algo raro tendría que pasar para subir su precio este año”, confiesa uno de los dos socios de un bar mítico de Valladolid
16 enero, 2023 16:39Noticias relacionadas
La crisis de precios de la energía, con el aumento de esta en los últimos tiempos, y de los alimentos, más de lo mismo, ha puesto en los establecimientos hosteleros el precio de una copa en los hasta 8 euros, sin exagerar, y el de un café con leche, incluso, por encima de los dos euros en alguna cafetería de España, Castilla y León, o por barrer para casa, de Valladolid.
Castilla y León tiene la segunda inflación más alta de España. La Comunidad cerró el mes de diciembre con un 6,5%, que supone ocho décimas por encima de la media nacional. A esto hay que sumarle que en nuestra región los alimentos se han encarecido un 17%. Datos que tienen un efecto directo de mayor impacto sobre la calidad de vida de todos los consumidores, pero especialmente, de los que tienen unas rentas más bajas.
Sin embargo, hay establecimientos hosteleros como el Café Ideal Nacional, ubicado en pleno centro de Valladolid, concretamente en la Plaza Mayor 3, que se resisten a subir el precio del café y que, además, obsequian a sus clientes con un dulce cuando piden, a cualquier hora del día, su sabroso oro negro líquido.
“El café nunca se ha subido del euro. Ni conmigo ni con mi anterior jefe. A lo mejor, con la entrada de la nueva moneda costaba 80 céntimos y en el año 2005 pasó a costar un euro pero desde ahí, no hemos tocado su precio. Es continuidad del buen trabajo realizado a lo largo de los años”, explica en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Rubén García González, uno de los dos socios del negocio.
El Café Ideal Nacional tiene mucha historia en la ciudad del Pisuerga. Surge en el año 1937 pero desde 1982 se ubica en el lugar anteriormente citado. Rubén, de 34 años, lleva 17 trabajando en el mismo y seis al frente del negocio junto a su socio y amigo, David, que también se afana cada día para que todo salga a la perfección. No hay más que ver a ambos en una jornada de trabajo como la de este lunes lluvioso en Valladolid para comprobar el porqué de que las cosas les vayan bien.
Venden, ni más ni menos, que 1.000 cafés al día. Tienen más afluencia de público entre semana que los sábados y domingos, explica nuestro protagonista. Añade que “este año han estado a punto de subir el precio” pero que lo han hecho “de todos los productos” como cerveza, vinos, y demás, dejando a un lado el del café, que continúa a la moneda.
“Este modelo de trabajo nuestro resultaría inviable de no ser por nuestra ubicación en el centro de Valladolid. En un barrio sería complicadísimo. Aquí viene mucha gente por la cercanía de su trabajo o por la flotación de personas que tienen que hacer cualquier cosa cerca de la Plaza Mayor, asegura nuestro entrevistado.
En la actualidad son cinco trabajadores y Rubén afirma que su café “es vendido en la zona gourmet de El Corte Inglés” por lo que a la calidad en el precio, también hay que sumarle la del producto, lavado y de tueste natural que se consigue en la zona Sur de Colombia. “No hemos bajado ni la calidad, ni la cantidad del café y de la leche. Todo es lo mejor para nuestros clientes”, confiesa.
El socio, uno de los dos del negocio, asegura que su establecimiento hostelero está “en un momento bueno y dulce”, que es fruto del “buen trabajo” que vienen realizando día a día. Echa la vista atrás para añadir que, durante la pandemia, cuando las terrazas de los bares podían abrir, por la normativa que establecía la Junta de Castilla y León, los resultados “también fueron buenos”.
Además, con respecto a la subida del precio de la energía, Rubén nos explica que “somos una cafetería a la antigua usanza” que “no cuenta con hornos” y demás aparatos enchufados a la corriente. “No es lo mismo que te suba un 40% de 400 euros que un 50% en 2.000”, añade.
Desde el Café Ideal Nacional apuntan que “algo muy raro tendría que pasar para subir este año el precio del café” y apuntan que “el año que viene lo evaluaremos”.
De momento, toca disfrutar de ese último sorbo de este oro negro líquido mientras finalizamos nuestra conversación con Rubén García González.