El éxito, como el amor, no entiende de edades. Si no que se lo digan a Francisco Javier Fernández Villa. Nacido en Medina de Rioseco, lleva viviendo tres años en la localidad vallisoletana de Torrelobatón, a raíz de la pandemia. Él tiene 55 primaveras y recibió un flechazo único en plena pandemia. Se enamoró perdidamente del tiro con arco. Compite en la categoría de veterano.
Tiene doble mérito porque trabaja en la fábrica de plásticos de la Ciudad de los Almirantes, empresa auxiliar del sector de la automoción, desde hace 29 años. Después de eso, tras una dura jornada laboral, marcha hasta Santovenia de Pisuerga para tomar clases de la que es su auténtica pasión, que, además, les está dando últimamente grandes satisfacciones consiguiendo importantes logros.
Una persona inquieta y el comienzo de su amor por el tiro con arco
“Me considero una persona muy inquieta a la que le gusta buscar nuevos retos. Antes del tiro con arco, mi hobby era el teatro. Estuve en el grupo de teatro de La Barbacana de Torrelobatón, hasta que tuve un percance en el año 2016 y me rompí tibia y peroné. Tuve que afrontar tres operaciones hasta que conseguí salir adelante”, cuenta nuestro entrevistado en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
En el año 2020, el de Medina de Rioseco en el mes de septiembre y estando confinado, recibió una notificación de que se iba a celebrar un curso de tiro con arco impartido por el club Arcolid de 100 horas que comenzaría en octubre. “Dije: “me voy a apuntar” y lo hice”, confiesa orgulloso. Unas clases que finalizarían, por las restricciones del COVID-19 y demás, finalmente, en enero del 2021, ya.
“Acabé el curso y me apunte a clases periódicas con Pedro Rico Durán, coach del club Arcolid, me tiré todo el 2021 entrenando. Compito en la disciplina de tiro con arco olímpica que abarca el tiro en sala, que se hace en invierno y a 18 metros y el exterior, en verano y a 70 metros”, nos explica.
Así se adentró en un mundo que ahora lo es todo para él.
Éxito prematuro
“Empiezo a competir en el año 2022. Ese mismo año quedé medalla de plata en el Campeonato de Castilla y León de tiro en sala, en Valladolid. El 16 de julio de ese mismo año conseguí el oro en el Campeonato de Castilla y León al aire libre”, informa nuestro entrevistado en lo que ha sido un éxito total y prematuro.
Quince días después, en Madrid y en los campos de rubgy de la Universidad Complutense, consiguió participar en el campeonato de España. Fueron los días 28, 29 y 30 de julio en la capital de España. Ese día 28 se disputó la ronda clasificatoria, el 29 las eliminatorias de dieciseisavos a cuartos de final y el 30 del mismo mes las semifinales y final.
“Iba pasando rondas y ganando. No me lo creía porque el nivel que había en todas las rondas era muy grande. Había grandes profesionales y fue muy duro, pero conseguí proclamarse campeón de España de tiro con arco olímpico en la modalidad de veterano y estoy muy contento”, añade Francisco Javier Fernández Villa.
Consiguió, en apenas un año, ser campeón de España. Todo un logro.
Con el objetivo de revalidar el campeonato de España
“El objetivo que me marco, para el futuro más cercano, pasa por intentar revalidar ese campeonato de España en el año 2023. De momento no he ganado nada todavía pero estoy trabajando fuerte para que el sueño se haga realidad”, añade este campeón, en tiempo récord, que trabaja duro para seguir progresando.
La historia de un vallisoletano que cumplirá 56 años en abril. Que alterna su trabajo con su pasión y que quiere seguir ganando. Francisco Javier Fernández Villa un hombre que apunta certero con su arco, desde Torrelobatón, en busca de la diana.