Nombre: Jorge Manrique Estébanez. En los carteles: Jorge Manrique. Nació en La Seca (Valladolid) el 12 de abril de 1963. Se le considera riosecano tras ser traslado desde temprana edad.
Torea a su primera becerra en Medina de Rioseco con 10 años. Viste su primer traje de luces en Mayorga el año 1979. Comenzó en 1980 con su hermano Raúl de apoderado, completando una temporada importante sin caballos. En 1981, con Paco Gil de apoderado, ganó el preciado Bolsín de Ciudad Rodrigo.
En 1982 dio la vuelta a España tras debutar con caballos en Lorca, y torea en Barcelona, Valencia, Murcia, Córdoba, Palencia, Colmenar, Alcalá etc. esa temporada sumó 25 festejos con los del castoreño.
Debuta en Valladolid y en Las Ventas
En la feria del 83 debuta en Valladolid saliendo a hombros. Alternó con Aguilar Granada y Sánchez Marcos con utreros de Sánchez Fabrés. Ese año también toreo en Barcelona y en unas cuantas ferias de novilladas. En 1984, con El Tino de apoderado, debuta en la feria de otoño en Madrid con una gran presentación. Alternó con Jaime Malaver y Juan Rivera con utreros de Daniel Ruiz.
1985: alternativa de lujo
Toma la Alternativa durante la feria de San Mateo de 1985 en la plaza de Valladolid, el día 17 de septiembre. José María Manzanares le cede la muerte de "Flautista" de Antonio Gavira, siendo testigo de la ceremonia Roberto Domínguez. El nuevo matador desorejó por partida doble al toro de la alternativa, triunfo que duplicó días después al cortar las cuatro orejas de los toros de Juan Luis Fraile que le cupieron en suerte. Ese mismo año le fue concedido el premio San Pedro Regalado.
El día 10 mayo de 1987 confirma la alternativa en la Monumental de Las Ventas con el toro “Tomatero” de la ganadería del Marqués de Domecq, actuando como padrino y testigo, respectivamente, el aragonés "El Bayas" y el francés André Viard. A pesar de lograr dar una vuelta al ruedo en fecha tan señalada, en las temporadas sucesivas no es muy elevado el número de sus actuaciones, que se circunscribe a plazas de la región castellano leonesas.
Su carrera se relanza en 1992
Del 92 al 95 es apoderado por Angel Gallego, y su carrera coge vuelo tras la tarde del 20 de septiembre de 1992 en Valladolid, donde corta las orejas de sus toros de Jiménez Pasquau, cuatro en total a las que añade al día siguiente las dos de “Andariego”, sobrero de José Vázquez (los antiguamente temidos Aleas). Incrementa las dos temporadas siguientes su número de contratos y la categoría de las plazas que pisa, destacando por su importancia los triunfos obtenidos en Valladolid (feria de mayo y septiembre) y en Zamora (ante toros de Victorino Martín) entre otros. En el coso del Paseo de Zorrilla ha completado 27 paseíllos y ha cortado 29 orejas.
Herido en Las Ventas
El 1 de julio de 1994 es herido de gravedad por un astado de Couto de Fornilhos en la plaza de Las Ventas y a partir de ese momento comienza un descenso en sus ajustes. Anuncia su retirada al finalizar la temporada de 2000, despidiéndose del toreo en Aldeamayor de San Martín una tarde de agosto. Toreó un sinfín de festivales tras su retirada, sobre todo en Medina de Rioseco donde aún permanece activa su peña taurina que fundara su incondicional Chema Rueda.
Gerente taurino y apoderado
En la actualidad desempeña labores de organizador de espectáculos taurinos en cosos modestos. Ha sido gerente de las casas Choperita y Matilla y director del Museo del Toro de nuestra ciudad, cerrado a cal y canto por el equipo de gobierno municipal.
Otra faceta que desarrolla en la actualidad es la de apoderado del novillero vitoriano sin caballos Pedro Andrés. Con anterioridad ha dirigido las carreras de diestros como Miguel Abellán, Sebastián Palomo, David Galán, César Manrique, Alberto Revesado, Alejandro Marcos, Pablo Santana y Varea, entre otros.
Torero de buena técnica y seriedad a la hora de plantear las faenas, y con un valor sereno no exento de calidad en muchos momentos, ese matador, que tiene la peculiaridad de ejecutar la suerte suprema con la mano izquierda, de manera contundente en muchas ocasiones, se curtió en corridas duras y plazas de poca entidad, que nunca rehusó. Tal vez la ausencia de un triunfo definitivo en la plaza de Madrid, que pisó en varias ocasiones, más que sus propias limitaciones, determinó que no lograra alcanzar cumbres mayores en su más que honesta trayectoria profesional.
Fuentes: José Luis Lera (del libro “Valladolid Ciudad Taurina” 2011). Ricardo Furones (del libro “Valladolid, toros y toreros 1890-2004”) y Enciclopedia Cossío.