La familia, numerosa, de La Empalizada, volvió a poner el “no hay billetes” en el comedor de La Martina, toda vez que la sala dedicada a los eventos de la asociación ya no se utiliza para tal fin. Y se volvió a llenar gracias a la tenacidad y trabajo de esta entidad modélica, que pasea el nombre de Montemayor por todos los ámbitos taurinos y sociales.
Su representativa plaza de palos, única en este género, unida a la Función de la Cruz, donde se da cabida a los novilleros que se inician en esta difícil profesión, hacen de La Empalizada una fiel conservadora de los valores tradicionales taurinos.
Y si a eso le añadimos la organización de estas jornadas didácticas e instructivas sobre la tauromaquia, además de las excursiones a fincas ganaderas y la fiesta de hermandad anual en el idílico paraje de La Hontana, miel sobre hojuelas.
La charla de ayer, moderada y bien “lidiada” por Pepe Estévez (Agencia EFE y RNE), estuvo compuesta por personajes que aman a esta fiesta nuestra y, además, se han jugado la vida y se la siguen jugando como es el caso del corredor de encierros de Boecillo, Fernando del Valle, conocido por su habilidad ante la cara de los toros e identificado por ir vestido con la su clásica elástica del Real Valladolid.
Los otros dos invitados fueron el cortador, Rubén López, ahora en su faceta de director de lidia en festejos populares y Mario García, ex corredor de encierros de Peñafiel y directivo de la asociación taurina “El Corro”, que ya tienen in mente la organización de un encierro con seis toros por ese bello coso a los pies de su impresionante castillo. La charla, que derivó en tertulia donde no faltaron esas voces críticas tan necesarias en la fiesta, resultó muy amena e instructiva.
La sesión tuvo su lado emotivo y sorpresivo para la audiencia de la sala, y para el propio homenajeado: Pablo Gómez Becerra, más conocido por “Pichón”; un personaje popular en Montemayor que, con sus chanzas e ingenio, moviliza a su “tropa” durante las fiestas haciendo de ello un auténtico espectáculo. “Pichón” es el marido de María José González, la diligente y encantadora tesorera de La Empalizada.
Luego llegaron los generosos y abundantes obsequios para los invitados participantes, donde los socios/as senior y junior de La Empalizada van haciendo sus pinitos e iniciándose en este arte de la amistad que tanto practica la asociación.
Entre el público no faltaron asiduos como los criadores de bueyes berrendos, los tudelanos “Cholo” y su compañera Raquel. Así como Juan Sagarra Gamazo, de la familia ganadera Raso de Portillo, y el que fuera un campeón como cortador de toros de La Parrilla, Jesús Sanz “El Parri”.
Tras el acto hubo un refrigerio en el “Portobelos”, para luego abordar una exquisita cena en La Martina, de la que uno no participó tras adelantar el viaje de vuelta a Pucela. Antes, se hizo la visita tradicional al bar “La Torre”, donde el activo y generoso Oscar Curero entregó sus detalles a los invitados en forma de vino y cerveza, además de un ligero aperitivo.
Y es que, en La Empalizada, además de generosidad y amistad, nunca falta de nada. ¡Enhorabuena!