Pocas estampas más características hay que la del tiovivo de la Plaza Mayor de Valladolid. Una imagen que a buen seguro tienen en su retina todos los vecinos de la ciudad del Pisuerga y sobre el que se han montado la gran mayoría de los más pequeños a lo largo de su vida. No obstante, los vallisoletanos tienen que decir ahora adiós después de cinco meses a este carrusel de dos pisos y diez metros de diámetro, ya que le espera otra parada de la geografía española.
El tiovivo que se emplaza durante varios meses en el corazón de Valladolid desde unos meses antes de la Navidad comenzó a desmontarse este pasado lunes, 6 de marzo. En la mañana del martes los operarios han finalizado los trabajos de desmontaje para poder girar con su encanto en otro lugar del país.
De esta manera, los vallisoletanos tendrán que volver a esperar otros meses más para volver a disfrutar de su tiovivo más querido que, además, cabe destacar que es de origen autóctono, ya que sus propietarios, Carruseles Ortega, tienen su domicilio en la ciudad del Pisuerga.