El recuerdo de Estela Domínguez sigue presente en Valladolid. Tanto es así, que Arroyo de la Encomienda ha querido usar su nombre para denominar a uno de sus parques tras la ampliación del mismo.
Este viernes, su familia, acompañada por el alcalde de la localidad, Sarbelio Fernández, han sido los primeros en recorrer este parque en el que se ha oficiado un acto de recuerdo y homenaje a la ciclista recientemente fallecida en un accidente de tráfico mientras entrenaba, en el que también han participado representantes de clubes ciclistas y del deporte arroyano, así como amigos y vecinos de la zona.
Este parque, convertido en una gran pradera natural con espacios de paseo y recreo que suman un total de 24.209 metros cuadrados, se encuentra entre la calle Salero Serval y la avenida Valdezarce, y comunica la zona natural del monte con Sotoverde.
Incluye paseos arbolados, un circuito deportivo y un laberinto con caminos delimitados por rocalla, pavimentos y ajardinados, y está dotado de riego, saneamiento de pluviales, red de alumbrado y mobiliario urbano.
Esta obra, la cual ha supuesto un coste total de 570.000 euros, ha dado lugar a la ampliación hacia el norte del parque ya existente, el cual se ha completado con el acondicionamiento del talud situado entre ese parque y las viviendas de la Avenida Aguachales. Este se articula sobre una red de caminos de paseo que enlaza con la Avenida de Valdezarce, donde se encuentra la entrada principal, y en la calle Salero Serval.
Los caminos de las zonas más altas y más bajas y el circuito para la práctica deportiva están conectados mediante tres tramos de escaleras.
En el camino que constituye el itinerario practicable se han dispuesto 8 zonas de descanso dotadas de bancos, en el camino que recorre la parte más alta se ha situado un mirador y en la zona intermedia del talud se ha situado el circuito para la práctica deportiva.
Además, el parque cuenta con un sistema de alumbrado de 40 luminarias led alimentadas por baterías que se cargan por placas solares y que utiliza una gestión inteligente del alumbrado, reduciendo la intensidad de iluminación en las horas de menos uso y empleando sensores de presencia para que las luces solo se enciendan al detectar presencia humana. En definitiva, un sistema que evita el tener que realizar canalizaciones y que reduce el consumo eléctrico general.
Finalmente, para evitar escorrentías en las zonas de más pendiente, se ha ejecutado una red de drenes que recogen el agua en la parte más baja para conducirla a la red general de colectores de aguas pluviales de Sotoverde, de tal manera que esta agua sirva para el riego del campo de golf municipal.