Un falso empresario, de origen rumano, ha sido detenido por la Policía Nacional tras descubrir que presuntamente estaría explotando a 12 jornaleros compatriotas en un viñedo de la localidad vallisoletana de Villanueva de Duero. Está acusado de un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores.
Esta persona habría estado haciéndose pasar por un empresario que se dedica a la prestación de servicios agrícolas. En la investigación han colaborado la Policía Nacional de Valladolid y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que el 14 de septiembre de 2022 llevaron a cabo un reconocimiento en un viñedo de la localidad anteriormente mencionada.
Allí identificaron a una cuadrilla de 12 jornaleros faenando bajo las órdenes del falso empresario, que era el encargado de actuar como intermediario entre los agricultores y los empleados para proporcionar mano de obra en el campo. Los agentes comprobaron que este individuo no estaba ni dado de alta como autónomo ni como empresa, sin cotizar y sin abonar las correspondientes cuotas a la Seguridad Social.
El empresario se encontraba en el lugar de los hechos cuando se llevó a cabo la inspección, donde reconoció en un primer momento que era el responsable y encargado de los 12 jornaleros, quienes no tenían ni contrato laboral ni estaban dados de alta en el sistema de la Seguridad Social.
No obstante, el presunto delincuente cambió luego de versión, indicando que se trataba de un trabajador más y fijando el foco en el propietario de la tierra, que siempre había contratado directamente a los empleados, pero ante las condiciones climatológicas solicitó mano de obra inmediata que fue lo que le puso en contacto con el intermediario.
Los 12 jornaleros, de origen rumano, estaban en una situación administrativa regular en España por ser miembros de un país de la Unión Europea, por lo que no había un impedimento legal para su contratación y tramitar su alta como trabajadores en el sistema de la Seguridad Social.
Las víctimas realizaban jornadas maratonianas sin que tuvieran un horario establecido, haciendo los trabajos "a destajo" para acabar cuanto antes y poder ser trasladados a otro campo. De la misma manera, el falso empresario se encargaba de proporcionar alojamiento en un municipio de Valladolid a los jornaleros, entregándoles también el salario, pero que casi nunca les llegaba al descontarles los gastos de la vivienda, manutención, suministros y transportes al sitio de trabajo. El arrestado fue puesto finalmente en libertad con cargos.