Tauroemoción, empresa que rige los destinos del coso del Paseo de Zorrilla para los próximos años, calienta “sus motores taurinos” de cara a las próximas fiestas patronales de San Pedro Regalado en la capital del Pisuerga.
Entre los festejos programados hay una novillada compuesta por tres coletudos salmantinos, dos vallisoletanos y un burgalés. Pues bien, tres de ellos: Daniel Medina, de Laguna de Duero. Mario Navas, de Valladolid y afincado en Salamanca y Roberto Martín “Jarocho”, burgalés de Huerta de Rey, pasaron por las magníficas instalaciones del ganadero pucelano Jesús Pérez, un romántico del toro que gestiona la ganadería Toros de Brazuelas, muy cerca de Alcazarén.
Las seis eralas que echó al albero el ganadero fueron de auténtico lujo. Unas se superaban a otras ofreciendo un auténtico espectáculo de bravura ante las telas de los citados novilleros, que rayaron a gran altura.
En cierta ocasión, tras numerosas visitas a esta ganadería, la calificamos como “un refugio de bravura”, pareando el nombre de la finca que precisamente se llama “El Refugio”.
Daniel Medina
Abrió tentadero Daniel Medina, quién se lució y lució a las dos vacas bravas de su lote. La evolución de este novillero es notable; su porte, su elegancia y su variada forma de manejar las telas son de una exquisitez suprema.
Mario Navas
No le fue a la zaga el otro pucelano, Mario Navas, hijo del que fuera novillero y banderillero Félix Navas, quien vino acompañado de su esposa. Mario practica un toreo muy serio, con dominio de la situación y no exento de clase y valor. Hace unos días -el 26 de marzo pasado- lo demostró en Madrid en su debut y abriendo temporada en Las Ventas.
“Jarocho”
El tercero, que en principio no estaba anunciado, fue “Jarocho”, hijo del que fuera matador de toros del mismo nombre: Roberto Martín “Jarocho”; de casta le viene al galo. El de Huerta sabe dominar la situación con un toreo de mucho desparpajo, además de gran conocedor de los terrenos y mucha variedad en las suertes.
De picador, para rebajar el motor de las bravísimas eralas, intervino Ángel Luis Sánchez.
Nacho de la Viuda
Entre los asistentes al tentadero no faltó Nacho de la Viuda, director operativo de Tauroemoción, quién lleva la gestión directa de la zona centro del conglomerado mercantil.
Por cierto, no ha podido tener mejor inicio de temporada con triunfos importantes, con llenos incluidos, en los cosos de Almendralejo (Badajoz) y en la abulense Arenas de San Pedro. ¿Será una premonición de lo que pueda deparar en el veterano coso del Paseo de Zorrilla?
De la Viuda opinaba sobre el tentadero: “Fue una mañana muy agradable. Da gusto ver el estado de forma de los novilleros. Pienso que estamos ante un momento histórico, ya que tenemos un nivel excelente de novilleros en la región. Por eso era tan importante dar un paso adelante e incluir una novillada con picadores en la feria de San Pedro Regalado”.
Respecto al trato recibido en la ganadería comentaba:” Además, Jesús Pérez también es parte de ese momento histórico. En este caso estamos ante la oportunidad de consolidar una ganadería de Valladolid para que pueda posicionarse en un gran nivel”.
El ganadero y sus vacas
Tras el tentadero, hablamos con el ganadero sobre el juego de las vacas. Fue definitorio en su apreciación, casi poética: “Como ganadero y aficionado me han gustado la primera y la segunda. Y como un manjar de clase para degustar con exquisitez me quedo con la última”.
También nos comentó la procedencia de las eralas tentadas: “Vacas de El Montecillo, La Palmosilla y el Torreón, vía Paniagua del Hierro. Sementales de Jandilla y Garcigrande”.
El exquisito almuerzo-aperitivo
También le preguntamos al ganadero, a modo de broma, pero con razones “científicas”, sobre el exquisito aperitivo-almuerzo que nos ofreció tras la magnífica mañana.
Y es que fue de nota alta; tan alta como lo visto en el coqueto albero de El Refugio. A saber: entrantes con aperitivos variados, todos en corro alrededor de unos suculentos mejillones en escabeche, cecina, tortilla de patata, queso curado y una ensaladilla adornada con tropezones de atún fresco.
Luego, ya en la mesa, llegarían unos estupendos espárragos blancos de Tudela con virgen extra de fondo.
Y como plato principal, no ya por la cantidad y contundencia, sino por la exquisitez de su sabor: caldereta de rape y langostinos. Sublime el guiso. Todo ello regado con el clásico verdejo de Rueda: “Chapiret”e, con el que el ganadero tiene lazos familiares.
Todo el tinglado gastronómico estuvo a cargo de Jancho, el hostelero que gestiona el restaurante “El Cortijo”, en el Pinar de Antequera.
Enhorabuena a Jesús Pérez por partida doble. Y gracias por su generosidad. En unos días, nos vemos de nuevo en “El Refugio” para presenciar cómo se realiza el enfundado de los cuernos de los toros, para su protección, hasta que son lidiados.