No es el calendario quien se encarga de anunciar la llegada de la Semana Santa. Tampoco los penitentes ni el sonido de los tambores de cada banda. Ni siquiera el propio pregonero. Es, sin duda, el incienso el encargado de anunciar que ha llegado esta festividad a las calles.
Un olor tradicional que se introduce en cada paso y en cada rincón de las ciudades y que anuncia que la talla está llegando. Un olor característico que todo el mundo distingue a la perfección. Un olor peculiar y que marca una época del año. En definitiva, el olor de una semana cargada de devoción y admiración a los pasos que inundan las calles de cada ciudad.
Este olor puede parecer el mismo en cada cofradía, pero no es así. Algunas tienen un incienso personalizado, que les hace distinguirse del resto y, que los más cofrades son capaces de identificar, sabiendo así qué cofradía es la siguiente en procesionar. Una de ellas es la Ilustre Cofradía Penitenciaria de Nuestra Señora de las Angustias.
El incienso que tienen contiene “romero, naranja, rosa y el propio carboncillo”, tal y como explican desde la cofradía. Es un tono “lo más parecido al romero, pero mucho más suavizado que no ataca a la nariz”. Con ello, logran que cuando se expande por la iglesia “no dé la sensación del romero que asfixia sino que es mucho más suave y agradable”.
Desde la cofradía recuerdan que la Virgen de las Angustias hacía la salida a hombros y se ponía romero picado al suelo. Ahora, gracias a este incienso, llegan a alcanzar ese olor tan peculiar y particular que los hace diferentes. “Un signo y un rasgo más que nos caracteriza”, admiten.
Asimismo, avisan de que también lo compran las personas expertas porque les gusta el olor del mismo. Y afirman que tiene “mucho éxito” y una “gran acogida” en la sociedad. A ellos, por su parte, el dinero que recaudan les viene muy bien para invertirlo en aquellas necesidades que puedan tener. Además, apostillan que el incienso "se puede usar en cualquier época del año".
Sin embargo, no son los únicos que apuestan por un olor personalizado, sino que otras cofradías vallisoletanas también lo hacen. Es el caso, por ejemplo, de la Cofradía Santísimo Cristo de la Luz. Donde han elaborado un producto que está dentro de la categoría de humo abundante y combustión media. Destacan las resinas catedral en lágrimas y palo santo. Además del nardo, la flor que adorna la talla, y el romero.
Una apuesta a la que, en Valladolid, también se une la Cofradía de la Orden Franciscana, la Sagrada Pasión de Cristo y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.