El partido del Real Valladolid frente al Atlético de Madrid el pasado domingo, 30 de abril, no ha estado exento de polémica. Los pucelanos siguen en la lucha por la permanencia y sabían que el encuentro con los colchoneros no sería fácil, pero apretaron hasta el último minuto para llevarse, aunque fuera, un punto de oro.
El partido comenzaba con una mala primera parte del Real Valladolid, que se acercaba al descanso con tres goles en contra. Sin embargo, un penalti a favor del conjunto blanquivioleta hizo que pudieran marcharse con un 1-3. Sin embargo, no era este el penalti de la disputa sino que vendría casi al final del partido con una mano de Saúl que Mateu Lahoz no quiso pitar.
La mano era clara. Las repeticiones así lo reflejaban, pero él no lo vio así. Y continuó el juego. Para los pucelanos hubiera sido un soplo de aire, ya que podrían haber anotado el 3-3 y sentenciar un empate que les hubiera dado un poco de aliento para afrontar la recta final. Pero no pudo ser y el encuentro finalizaba con un 2-5.
El enfado en Zorrilla era significativo. Pitidos masivos hacia el colegiado por ni siquiera revisar la acción. Y la indignación también se hizo notar en redes sociales. El primero fue el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, un gran forofo del equipo de su ciudad que no pudo asistir debido a su reciente operación de rodilla. El desahogo venía por Twitter cuando adjuntaba una foto del momento del penalti y aseguraba que la competición hace tiempo que "no está bajo sospecha", que eso "era antes", y ahora "ya no hay sospechas sino certezas".
Además, argumentaba que la regla dice que el balón "debe venir de un despeje e impactar inesperadamente en la mano". Tras explicarlo aclaraba que, en este caso, "no es un despeje ni es inesperado" y sentenciaba con un "robo"; además de añadir que las manos del conjunto pucelano "se pitan todas". Desde el Chiringuito aseguraban que esta acción no era penalti. Con una captura y un círculo les decía: "Leed las normas antes de hacer el ridículo".
Una polémica en la que el entrenador del conjunto pucelano, Paulo Pezzolano, no se quedaba atrás. En las declaraciones posteriores al encuentro, el míster pedía "más respeto" para su equipo y garantizaba que si hubiera sido al revés, "lo hubieran pitado".
"No se cobra el penalti porque no quiere. Es el dolor más grande que me da. Esos detalles no me gustan. Que geste que está delante de un ordenador no cobre el penalti... Hay gente que trabaja específicamente para eso. Te vas con un dolor tremendo. En este club hay 100 familias para ganar cada partido. El Real Valladolid merece mucho más respeto de lo que pasó hoy", manifestó.