José Luis Cienfuegos (Avilés, 1964) asumió hoy los galones como nuevo director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, y aprovechó su presentación oficial para “reivindicar la importancia que ha tenido y tiene Seminci para el cine de autor a lo largo de todas estas décadas”. “A partir de esos cimientos tan sólidos que se han construido, es el momento para tomar impulso de nuevo, para provocar el encuentro, el aprendizaje y una conexión especial entre los cineastas y el público”, aseveró.
Con una amplia labor gestora de éxito a sus espaldas (entre 1995 y 2011 digirió el Festival de Gijón y entre 2012 y 2022 estuvo al frente del de Sevilla), Cienfuegos reconoció que “los tiempos han cambiado”, y defendió que “los festivales ahora mismo son más necesarios que nunca”, ya que son “relevantes para la supervivencia, el conocimiento y la circulación del cine de autor”.
En ese escenario, anunció que trabajará para que Seminci “sea protagonista y esté en primera fila, luchando por y para el cine de autor”, y por ello planteará un festival que fomentará “un diálogo fluido entre el cine del pasado y el cine del presente”. En esa búsqueda, anunció que intentará desarrollar “una programación orgánica y articulada, donde cada espectador marque su propia hoja de ruta”, ofreciendo a los espectadores “un festival cómplice, en algún momento provocador, donde haya interacción y retroalimentación entre la industria, los espectadores y los creadores”.
En sus primeras declaraciones desde que el Ayuntamiento confirmó su nombramiento el pasado viernes, el gestor asturiano aseguró que, “en la medida de lo posible, habrá algunos cambios”, si bien para apreciarlos en la estructura de la programación habrá que esperar a la edición de 2024. “Intentaremos dar espacio a las nuevas tendencias del documental, más cercano a la no ficción, con propuestas quizá menos ortodoxas, animación para adultos y la reivindicación del patrimonio cinematográfico”, aseguró.
Asimismo, defendió la tarea desarrollada en los últimos años con “los nuevos públicos y la educación”, con iniciativas como Ventana Cinéfila, que calificó como “un proyecto muy ambicioso” que pusieron en marcha de forma conjunta los festivales de Valladolid y Sevilla, con el cual se ha ido “más allá” de ofrecer películas online a los escolares, desarrollando propuestas didácticas y debatiendo sobre los procesos de creación.
Las bases del proyecto
En declaraciones recogidas por Ical, Cienfuegos aseguró asumir “un reto precioso” y aplaudió la “confianza” que el Ayuntamiento ha depositado en el certamen, trabajando con “tesón” en lo que calificó como un “ejemplar ejercicio de resistencia” para “mantener el festival más vivo que nunca tras casi 70 años de historia”.
A su juicio, ha sido “fundamental” el trabajo realizado en Valladolid a lo largo de todos estos años para “educar la mirada del espectador”, y aplaudió la apuesta del certamen por preservar su línea de publicaciones, una labor que consideró “muy interesante”. También aseguró haber contemplado con curiosidad desde la distancia el trabajo que ha hecho históricamente el festival con la fidelización de sus públicos, algo que calificó de “asombroso”, y que en su opinión “es fruto de mantener una estructura, una estabilidad y un calendario de trabajo”.
Según adelantó, en estos primeros momentos intentará “conocer cómo se trabajaba hasta ahora”, para posteriormente “ir introduciendo poco a poco” los “cambios progresivos” que estime oportunos, “sin volvernos locos”. “Hay que ser muy cautos, siempre con el objetivo de la optimización de recursos”, avanzó.
Cuestionado por los medios sobre las claves de la nueva etapa que ahora inicia, aseguró que para la convocatoria del puesto de director quiso presentar “un proyecto absolutamente integrador, orgánico, donde todas las piezas encajen”. Además, adelantó que las jornadas dedicadas a la industria es otro de los aspectos del festival que le gustaría potenciar “en la medida de lo posible y lo razonable”, con el objetivo de “que tengan un efecto directo en las programaciones de ediciones siguientes”. “Los festivales ahora mismo no solo simplemente programadores de películas para el público durante ocho días. Debemos estar más cerca de los cineastas, de los proyectos y de las estrategias de programación”, detalló.
También le preguntaron sobre la extensión del certamen, que en 2010 dejó de celebrarse durante nueve días para pasar a ocupar solo ocho, una decisión relacionada con el recorte de presupuesto que sufrió el festival en plena crisis económica. En ese sentido, confirmó que este año Seminci durará ocho días si bien ya están en conversaciones para, “si es posible”, recuperar la novena jornada en 2024, que llevaría a comenzar con las actividades un día antes, el viernes.
Toda una ciudad detrás
Cienfuegos recibió el testigo al frente de Seminci de manos de Javier Angulo, que le entregó los dos libros de la historia del certamen escritos por el periodista de Ical César Combarros con motivo de las bodas de oro y la 60 edición, deseándole “el mayor de los éxitos” y que ponga “todavía más arriba” el certamen. “Han sido quince años apasionantes en mi vida. Te dejo en muy buenas manos. Tienes un equipo interno y externo de empresas que nos dan servicios imponente, un Ayuntamiento entusiasta, una gerencia que ayudará con todas las cuentas, unos medios que te apoyarán y cuidarán, y un tesoro que es el público de Valladolid”, resumió.
Por su parte, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aplaudió el “gran trabajo” realizado por Angulo desde 2008, y tras repasar el “amplio currículum” de Cienfuegos aseguró que “Seminci está de enhorabuena”, ya que contará con “un nuevo director que está a la altura de la historia del festival”. “Espero que tu relación con Seminci sea larga y fructífera. Tendrás un apoyo claro del Ayuntamiento sea quien sea su alcalde. La ciudad te va a respaldar y vas a trabajar con ese apoyo detrás”, sentenció.