Emotividad por doquier se respiraba en el salón de actos del Ayuntamiento de Pedrajas de San Esteban, donde se rindió homenaje a un hombre bueno: Julio César Merino Pérez; un pedrajero que durante 35 años llevó el uniforme de policía local ayudando y colaborando con los vecinos que lo reclamaban. Julio César falleció el pasado 18 de febrero.
Ana María González, teniente de alcalde del consistorio, fue la encargada de presentar el acto ceremonioso, tras haber redactado la redacción del procedimiento instructor establecido donde se le concede el título de hijo predilecto de Pedrajas; un reconocimiento honorífico que Julio César merecía.
Durante el acto se proyectaron algunos vídeos donde se dieron a conocer la vida de Julio César en los distintos ámbitos de su vida, tanto familiar como deportivo, laboral, asociativo, etc., con el fondo musical del brasileño Roberto Carlos “Yo quiero tener un millón de amigos”. Un simbolismo dónde tenía cabida el homenajeado.
Alfonso Romo, su alcalde y su amigo, destacó de Julio César durante su intervención su actitud de servicio a sus paisanos y su capacidad humana resolviendo los problemas planteados durante tantos años de servicio, destacando la etapa del estado de alarma durante la pandemia.
La lectura del acta de la sesión plenaria del Consistorio fue leída por el concejal Félix Sanz Garrido, donde el 3 de abril pasado se había aprobado por unanimidad: “otorgar a Julio César Merino Pérez, nacido en Pedrajas el 2 de septiembre de 1956 y fallecido en Valladolid el 18 de febrero de 2023, el título de Hijo Predilecto de Pedrajas de San Esteban; distinguirlo con la medalla de la villa y colocar su nombre y apellidos en la puerta grande de la plaza de toros. Así mismo, se acordó que su nombre se inscribirá en el Libro de Registros de Distinciones concedidas por nuestro Ayuntamiento”.
Posteriormente se procedió a la entrega de las mencionadas distinciones a Juncal, su esposa, y a Pablo, su hijo, quién, embargado de emoción, pronunció unas sentidas palabras.
La segunda parte del acto institucional se realizó en la puerta grande de la plaza de toros, donde, ante un numerosos público, se descubrió un cartel con el nombre de Julio César Pérez Merino. A partir de ahora el coso pedrajero llevará este nombre, ya que Julio César fue un gran amante de la tauromaquia y contribuyó siempre con ella.