Pedrajas de San Esteban se ubica a 44 kilómetros de Valladolid capital. Está enclavado entre la amplia llanura pinariega y los campos de cultivo y, en la actualidad y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) cuenta con una población de 3.371 habitantes.
Allí se ubica, en el centro neurálgico más importante a nivel mundial en la elaboración del piñón, Pic-Nic Restaurante y Eventos. Lo hace desde el año 1945, allá cuando acabó la II Guerra Mundial. Bajo la denominación de este restaurante se esconde una gran historia empresarial que ya ha cumplido, ni más ni menos, que siete décadas de vida. 78 años más concretamente.
Tres generaciones se han puesto al frente de un negocio familiar que ha hecho, del banquete nupcial, el momento más inolvidable. Un complejo hostelero en el que muchas parejas, no solo de la provincia o la región decide elegir este marco ideal para sus celebraciones.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con Javier Román Rodríguez, el director-gerente durante los últimos 14 años tras tomar las riendas de su padre, que nos cuenta todos los detalles de un lugar con una entrañable historia.
Pistoletazo de salida en 1945 y una historia dorada
“Ha pasado mucho tiempo, desde que, en el año 1945, el abuelo Germán Román y la abuela Cruz decidieran embarcarse en la actividad de los banquetes de boda. Lo que hoy se llaman eventos. Después, el negocio pasaría a manos de sus dos hijos menores, Javier y Santi, que curiosamente no estaban en el nombre de inicio”, cuenta nuestro entrevistado en declaraciones a este periódico.
Todo ello hablándonos del Pic-Nic Restaurante y Eventos y de sus inicios. En la década de los 70, la empresa pasó a manos del segundo de los hijos varones. Javier, más conocido como Chicote, con su mujer Angelines, transformaron el lugar en una moderna discoteca bajo el nombre de Pic-Nic. Se simultaneó la celebración de banquetes nupciales y otros eventos como bautizos, comuniones o reuniones de empresa conciertos y demás hasta que a mediados de los 80 tuvieron que levantar un edificio de nueva planta con dos salones y dos salas de fiestas, una de ellas al aire libre. Todo ello antes de acometer, en los 90, una gran ampliación a finales de los 90. Se construyeron dos espectaculares nuevos salones y, también una cocina de vanguardia.
En la actualidad, al frente del negocio, se encuentra ya la que es tercera generación de la familia. El hijo mayor Javier, nuestro entrevistado, y Ana, su mujer, que se han convertido en auténticos referentes a la hora de organizar eventos desde el año 2011 dando otro impulso al negocio familiar.
Construyeron el nuevo Salón Anna y una zona de lunch exterior que se denominó Jardines de Doña Carmen, en honor a Ana y sus hijas Ana y Carmen para llevar a cabo todo tipo de recepciones y cocktails de bienvenida, complementos perfectos para cualquier servicio nupcial.
En la actualidad Pic-Nic Restaurante y Eventos cuenta con más de 4.000 metros cuadrados de instalaciones para convertir en paraíso un lugar perfecto para celebrar una boda.
Orgulloso de su negocio
“Soy una persona humilde, trabajadora y amigo de mis amigos. Con los valores humanos esenciales que me han sabido transmitir. Tengo el complemento ideal y esencial de todo que es mi mujer Ana y tres hijos que colaboran en la empresa familiar”, señala Javier Román Rodríguez, mostrándonos más quién es el actual propietario del lugar.
Desde que nació, hace 51 años, se ha dedicado a la hostelería, ayudando y siempre vinculado a Pic-Nic Restaurante y Eventos. Desde hace 14, al frente de un negocio que marcha viento en popa y a toda vela, tras 78 años de historia.
“Nuestro restaurante es, en la actualidad, un referente en el sector de los eventos nupciales, ubicado en el centro histórico de Pedrajas de San Esteban. Estoy muy orgulloso de contar con un negocio que es un referente y de estar ubicado en mi pueblo. No puede haber nada más grande”, añade nuestro protagonista.
Un negocio que cuenta en la actualidad con 30 trabajadores, entre indefinidos y discontinuos y que, en esos eventos nupciales en los que está especializado, ofrece un plato estrella a los comensales como es el rape de lomo negro de Cedeira al Caviar de Castilla ‘Piñón Pedrajero’.
El futuro
“El objetivo que nos marcamos pasa por seguir creciendo, paso a paso y poco a poco. El futuro de la hostelería lo veo como la vida misma y como en cualquier otro sector. Creo que siempre sobreviven los más fuertes y mejor preparados por lo que no queda más remedio que seguir renovándonos”, añade Javier. Un hombre que defiende que se puede crecer creando un negocio en el mundo rural y que este último tiene mucho futuro.
En la apuesta por esa renovación el Restaurante Pic-Nic piensa ya en la ampliación de su negocio con la “construcción de un nuevo y moderno Hotel Estación en Olmedo”, añade nuestro entrevistado, con “un salón para eventos, zona ajardinada, moderna cafetería y preciosas habitaciones” que sirva “de broche final en un día inolvidable para todos nuestros clientes".
Un proyecto que contará con 26 habitaciones dobles Premium, y cuatro suites nupciales, para que al novio y a la novia no les falte de nada.
El Restaurante Pic-Nic suma 78 años celebrando bodas y quiere soplar velas muchos años más.
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