Todo parecía irle de 10 a la familia Pombo, hasta ayer, que tuvieron un pequeño susto, en esta ocasión, con 'papín', el patriarca del clan. Este se encontraba disfrutando de unos días en Adrados, el pueblo segoviano al que suele trasladarse la familia cuando busca relax y desconexión, junto a su hija Lucía Pombo, cuando de repente se le cerró una escalera telescópica en la mano que le ocasionó una herida importante por la que precisó asistencia sanitaria.
Entonces, padre e hija se trasladaron rápidamente al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, donde Víctor Pombo vivió una experiencia totalmente indeseada, pero muy agradable en cuanto a trato y atención.
Así lo ha explicado la propia Lucía en su perfil de Instagram, donde ayer compartió una imagen en una de las salas del centro médico en la que aparecía su padre con la mano vendada y posando sonriente para la cámara. "Pasando la tarde en Valladolid. Todo en orden, pero se le ha cerrado una escalera telescópica en la mano. Con mi primer sueldo, le compré un reloj que dice que es lo que le ha salvado la mano", escribió la también piloto junto a la instantánea.
Esa foto ya aclaraba que, pese al percance sufrido, su padre estaba a las mil maravillas, con la mejor de las actitudes y quien sabe si disfrutando, en la medida de lo posible y dentro de lo malo, de su inesperado paso por tierras pucelanas.
Lo siguiente publicado por Lucía Pombo en sus redes sociales fue un vídeo de Víctor todavía más alentador. En él, el empresario aparecía caminando por una sala de espera del hospital bajo la atenta mirada de su hija, que prefirió grabarle y compartir con sus miles de seguidores lo que creía que estaba pasando por su cabeza: "Mientras esperamos a que le hagan la radiografía. No sé bien que hace, pero me pega que esté calculando metros para un futuro cuarto de juegos para sus nietos o algo así", expresó la joven.
Varias horas después, la hermana de María Pombo volvió a aparecer por su perfil, esta vez, para aclarar de una manera más detallada todo lo ocurrido durante la jornada y también el diagnóstico del médico: "Ya hemos llegado a casa, afortunadamente todo bien. Mi padre tiene toda la mano abierta en un filete gigante, de hecho, no le han podido dar puntos porque tiene la piel tan fina y el corte ha sido tan filete que si le daban puntos se iba a desgarrar, entonces le han puesto puntos de aproximación por todos los lados, la antitetánica y yo creo que va a estar casi todo el verano sin poderse bañar", confesó con total serenidad.
Entonces, Lucía aprovechó la ocasión para y ya de paso agradecer a los profesionales que les atendieron su delicadeza, su paciencia y su profesionalidad: "En el hospital nos han cuidado de principio a fin, increíble, todo el mundo amable, sonriente y dispuesto. Después de tres horas que hemos estado con las mismas personas 'papín' les ha pedido una foto", ha concluido en un vídeo publicado justo antes de la foto en cuestión.
No cabe duda de visitar Valladolid la tarde del lunes no entraba en los planes de la familia Pombo. Muy probablemente, sí antes de que todo esto ocurriera les hubiésemos preguntado cuándo pensaban que visitarían la ciudad del Pisuerga y cómo sería su viaje, no se hubiesen imaginado, ni por asomo, lo que ha sucedido en realidad.
Sea como fuere, lo que está claro es que una vez más han vuelto a demostrar su positividad, su facilidad para enfrentarse a los problemas y la alegría y el humor que representan a cada uno de los miembros de la familia. Tanto es así, que, pese a todo lo malo, en esta ocasión, Lucía y 'papín' han sabido sacar provecho, disfrutar de una tarde juntos, aunque fuera en el hospital, y volver a dejar constancia de la increíble sintonía que existe entre ellos.