José Manuel y parte de su colección

José Manuel y parte de su colección Imágenes cedidas a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

De fraile a coleccionar más de 6.000 juguetes para crear un museo

Medina del Campo puede disfrutar, desde el viernes, de una auténtica joya con el coleccionismo como protagonista

11 julio, 2023 07:00

José Manuel Fernández Carneiro es, a sus 49 años, un hombre feliz. Se le nota. Nacido en León, vive desde hace años en la localidad vallisoletana de Villamarciel, una pedanía de Tordesillas. Es un fanático del coleccionismo y cuenta, ni más ni menos, que con una recopilación de más de 6.000 juguetes que podrán ser disfrutados, desde este viernes 7 de julio que se ha procedido a la inauguración, en el Museo del Juguete de Medina del Campo.

Han sido cuatro los años de maduración que tiene este proyecto. Desde que se planteó pasar de una colección privada a su exposición pública como museo. Ya es una realidad y todo el que quiera puede disfrutar en la Villa de las Ferias de todas las piezas de un hombre único que llegó a ser fraile durante unos años.

Una infancia feliz por tierras palentinas

“Me considero una persona tremendamente normal que nunca ha olvidado de donde viene. Amigo de sus amigos, leal, inquieto, trabajador y exigente”, asegura José Manuel Fernández Carneiro. Leonés de nacimiento pero que vive en el municipio vallisoletano de Villamarciel y que tiene 49 años.

Pese a nacer en ese año 1973 en la ciudad leonesa, toda su infancia y parte de la adolescencia la ha desarrollado en un conocido pueblo palentino llamado Cervera de Pisuerga. Su infancia la recuerda con cariño. Asegura que fue “enormemente libre” y que se “sentía muy querido por padres y hermanos”. Vivió su infancia cerca de la naturaleza sabiendo que pertenecía a una familia sencilla, pero sin complejos.

Fue creciendo junto a un hermano gemelo y dos hermanas. Su padre era minero y trabajó toda la vida en la mina. “Mis padres siempre quisieron que nosotros estudiásemos para que no tuviéramos que trabajar en la mina. Un día visité una y realmente me impresionó y emocionó. Pensaba que era encomiable que cada día mi padre, durante tantos años, pudiera estar metido en un hueco arriesgando su vida para dar de comer a su familia”, añade emocionado nuestro entrevistado.

José Manuel es de los que piensan que viven y celebran la vida como un “don” que se nos ha dado y que “tenemos que desarrollar” con el propósito de ser felices.

Mariquita Pérez

Mariquita Pérez Cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Fraile y comienzos de su amor por los juguetes

“Han pasado muchos años desde que fui fraile. Desde niño ejercí como monaguillo. Mis hermanos y yo nos educamos en un colegio de monjas y a mí se me despertaron ciertas inquietudes. Cuando nos preguntaban por lo que queríamos ser de mayores yo siempre decía que fraile y profesor”, asegura José Manuel.

Después de finalizar la EGB fui al seminario de Palencia y tras unos años de discernimiento apostó por pasar a formar parte de la vida religiosa. Entró a la Orden de los Agustinos Recoletos, donde estuvo durante cinco años. Vivió en Marcilla y Monteagudo, ambas en Navarra, y después fue destinado a Getafe. Abandonó la orden en el año 2000.

Fue después, hace 15 años, cuando compró su prime juguete. Un autobús Mercedes de Rico. “Era uno de los que me hubiera encantado tener de pequeño pero la economía familiar no daba para comprar este tipo de artilugios”, añade nuestro entrevistado que apunta que su hermano “comenzó antes con su colección”.

Fui comprando juguetes de mi infancia. Algunos los habíamos tenido, otros no. La colección fue creciendo de manera impresionante. Al principio los metía en una habitación que tenía en casa. Después en un almacén y, al final, he comprado una antigua tienda de muebles y la he ido adaptando y colocando casi con todos los juguetes que tengo”, explica.

Coches de juguete en su exposición

Coches de juguete en su exposición Cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

6.000 juguetes y un museo

Lleva ya ni más ni menos que cuatro años colocando, organizando y pintando todos esos juguetes. Más de 6.000 piezas, se dice pronto. Sus amigos le animaban para que esta suma de piezas de coleccionista no las viera “cuatro personas” y ahí nació el poner en marcha el Museo del Juguete en Medina del Campo.

“Al principio era bastante reacio, pero después pensé que podía se bueno para Medina y con el fin de seguir enriqueciendo la colección con piezas nuevas. Este viernes, 7 de julio se ha abierto al público la exposición en un espacio ubicado en la carretera de La Seca, 16, de la Villa de las Ferias”, apunta José Manuel, que incide en que quiere habilitar otro espacio para ampliar más la colección.

Añade que el museo “ha sido muy bien aceptado por la gente del municipio”, afirma nuestro entrevistado. Para visitarlo hay que concertar ante una vista a través de la web: www.ricordi.es.

“El objetivo principal es que el museo le guste a la gente. Que lo visite y que se den un paseo por su infancia. Cuando vean la colección de juguetes, seguro que les traen muchos recuerdos. Además de conocer el museo, también se pueden dar una vuelta por un pueblo que es precioso”, finaliza.

Imagen del museo

Imagen del museo Cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León