Desde las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo, el debate sobre la movilidad está, cada día, en Valladolid. Jesús Julio Carnero anunció, en su campaña electoral, una serie de medidas que ya están en marcha. Recuperar el segundo carril para los coches en el Paseo de Isabel La Católica, reducir al máximo la Zona de Bajas Emisiones, un tercer carril para el Puente de Poniente o la derogación de la ordenanza de tráfico, son alguna de estas acciones que ya están en marcha.
Carmen Duce, abulense de nacimiento, pero vallisoletana de adopción ya es la co-coordinadora de Movilidad y Transporte de Ecologistas en Acción. Acumula dos años y medio en el cargo y el pasado miércoles, 26 de julio, fue protagonista en la sesión plenaria ordinaria del Ayuntamiento de Valladolid. En su intervención, recordó los centenares de personas que fallecen en la ciudad a causa de la contaminación y volvió a recordar que “el cambio climático es una realidad innegable”.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con ella para hablar sobre estas modificaciones que hemos conocidos tras la entrada del nuevo Equipo de Gobierno y apuesta por conseguir una ciudad del siglo XXI apostando por la movilidad sostenible. Además, asegura que “en Valladolid no hay atascos”.
P.- Este miércoles, 26 de julio, explicaban ante el pleno y el nuevo Equipo de Gobierno la preocupación que tienen con respecto a los cambios en el tráfico y mirando a la contaminación.
R.- Nos preocupan los cambios que han anunciado. Parece que no van a ser tan drásticos como se apuntaba en un primer momento, o eso han asegurado, pero, en cualquier caso, Valladolid no puede permitirse volver atrás. Debe avanzarse en la movilidad sostenible, la mejora de la calidad del aire, el espacio urbano y la lucha contra el cambio climático.
P.- En esa sesión plenaria daban datos claros de las personas que fallecen en Valladolid al año debido a la contaminación.
R.- Los estudios de diferentes centros de investigación nos dicen que entre 200 y 300 personas estarían muriendo cada año en nuestra ciudad por causas directamente relacionadas con la contaminación. Hubo quien lo puso en cuestión en el pleno, pero la evidencia científica es muy clara: la contaminación sí mata en Valladolid. Mata, y enferma.
P.- ¿Creen que se está involucionando en Valladolid con la llegada del nuevo Equipo de Gobierno?
R.- Esperamos que no sea así, pero resulta muy preocupante que su primera medida, nada más constituirse el Ayuntamiento, fuera iniciar el proceso para derogar o modificar la Ordenanza que regula algunos carriles bici y carriles bus. El argumento de que hay que afrontar el problema de los atascos no se sostiene. En Valladolid no hay atascos. Hay algunos problemas de congestión, de muy pocos minutos, especialmente alrededor de algunas zonas escolares, a la hora de entrada y salida de los colegios.
P.- Y esto no se resuelve ampliando ese espacio para los coches.
R.- Efectivamente. Esto no se resuelve ampliando el espacio para los coches. Estas dinámicas están muy estudiadas. Se sabe, a ciencia cierta, que más carriles para coches, lo que provocan, es una demanda inducida, un efecto llamada que hace que más conductores se animen a ir por esas zonas, con lo que en pocos días se agravará la congestión. Si existen atascos, como apuntan, lo que hay que hacer es ver cómo reducir el número de coches, fomentar el transporte público y la movilidad activa. No apostar por lo contrario.
P.- ¿Cómo ven las opiniones de Vox con respecto al cambio climático?
R.- En su búsqueda continua de titulares, lo mismo niegan las evidencias científicas que las admiten y, a la vez, pretenden eludir la responsabilidad municipal hablando de China como en el pasado pleno. No tiene sentido.
P.- ¿Piensan que están arrastrando al PP?
R.- En el pleno del pasado miércoles, el PP prácticamente no entró al debate. Con esto, no sabemos quién arrastra a quién.
P.- ¿Qué piensan de la derogación de la ordenanza de movilidad? Una de las primeras medidas anunciadas por el concejal de área, Alberto Gutiérrez Alberca.
R.- Antes de nada, me gustaría aclarar que no se trata de la Ordenanza de Tráfico, sino de una ordenanza específica que hubo que hacer para dotar de marco legal a los carriles bici y carriles bus-taxi que se pusieron en marcha tras la pandemia. Una ordenanza que fue consecuencia, precisamente, de una sentencia judicial tras un recurso que presentó el PP. Ahora se encuentran que, fruto del esfuerzo por torpedear aquellos cambios, cualquier modificación que quieran llevar a cabo en materia de movilidad, lo van a tener que hacer a través de una nueva ordenanza que es un trámite mucho más lento y menos flexible.
P.- ¿Y en qué acabará?
R.- Vamos a ver qué ocurre. En principio, daba la impresión de que querían anular todo. Luego unos carriles específicos y en consulta pública recibieron más de 1.600 aportaciones contrarias a la eliminación a las que no han contestado. Ahora, tras la aprobación inicial, se abre un nuevo plazo de alegaciones. Aún queda camino.
P.- ¿Cómo ven la medida de volver al segundo carril para coches en el Paseo de Isabel La Católica?
R.- Es completamente innecesario y contraproducente. Ahora que se ha conseguido reorganizar el tráfico, volver atrás sería absurdo.
P.- ¿Y lo del tercer carril en el Puente de Poniente que también anunció el alcalde de Valladolid antes de las elecciones generales del 23-J?
R.- Si se lleva a cabo, la consecuencia creemos que será que el autobús va a perder velocidad comercial y, por tanto, atractivo. Muy probablemente se incrementarán los atascos y las retenciones en el centro de la ciudad. La reducción del espacio para acceder al centro ha conseguido disminuir el número de coches que entran en la ciudad. Ampliar el espacio para los coches en el Puente de Poniente puede provocar un grave cuello de botella en una de las zonas más bonitas e históricas de la ciudad como es la calle Cebadería-Especiería. Un lugar que debería estar protegido y no sometido a vibraciones, humos y ruidos de coches.
P.- ¿Y lo de reducir la Zona de Bajas con la modificación de la Ordenanza?
R.- La Ordenanza para la regulación de la Zona de Bajas Emisiones aprobada de forma inicial en diciembre de 2022 ya nos parecía poco ambiciosa, y que no iba a conseguir reducir las emisiones, tanto de contaminantes atmosféricos como de gases de efecto invernadero, necesarios para cumplir con los objetivos de reducción. Si lo que se pretende es reducir aún más esos objetivos, no va a servir para nada.
P.- ¿Cuál debería ser el modelo a seguir?
R.- Valladolid pasa por ser una ciudad compacta en la que más de la mitad de los desplazamientos se completan caminando. El transporte público funciona bastante bien y, además, es una ciudad llana y muy fácil para la bicicleta. Tiene todos los componentes para que el uso del coche privado pueda ser muy excepcional. La principal dificultad es la falta de un buen servicio de transporte público que conecte con el alfoz que tenga buenos horarios y frecuencias. Esta debería ser la prioridad y no enredarnos en crear problemas donde no los hay.
P.- ¿El anterior Equipo de Gobierno iba por la senda adecuada?
R.- Tardaron varios años en comenzar a hacer cambios notables en materia de movilidad, y hubo algún paso atrás que denunciamos como la reversión del carril bus-taxi de la calle Miguel Íscar, pero en los últimos años sí que le dio un buen empujón, muy especialmente con la introducción de los carriles bus-taxi exclusivos, y el servicio municipal de bicicletas.
P.- ¿Cómo ven el futuro para Valladolid?
R.- Parece ser que en el corto plazo la movilidad y la calidad del aire van a ser temas de debate, pero esperamos que se reconduzca y se pueda seguir mejorando la ciudad. Para ello hay que facilitar que las personas pueden acceder a lo que necesitan como trabajo, estudios, ocio, compras y cuidados sin tener que depender y pagar el coste que supone un coche privado. Tenemos que conseguir una ciudad del siglo XXI en la que las necesidades se cubren a pie, en bicicleta, o transporte público.