Es difícil hacer una que esté mala. También es complicado que sea de las mejores. La croqueta es un producto sencillo, a la par que elaborado, y uno de los alimentos por antonomasia de la gastronomía española. ¿Cuántas veces nos hemos ido de bares y hemos acompañado nuestro vino o cerveza con una buena croqueta? Es un producto que encandila cualquier paladar, hasta el de los más sibaritas.
Ahora bien, encontrar la mejor a veces se hace difícil. Valladolid es una ciudad que rinde homenaje a la gastronomía. Sus cocineros y alimentos son el culmen del buen hacer, por eso la competencia entre establecimientos es muy feroz a la hora de colocarse en el top de la clasificación.
Pero en el apartado 'croquetil' los vecinos de la urbe del Pisuerga tienen menos dudas. La mejor está en uno de los bares icónicos de la ciudad. Enclavado en pleno centro, en esa zona en la que piensas al escuchar el plan de 'irse de tapas'.
Seguramente ya sepas el bar del que estamos hablando sin tan siquiera haberlo mencionado. "Vamos a por una croqueta del...", es más que probable que esta frase la hayas oído o la hayas pronunciado en infinidad de ocasiones cuando paseas por el casco histórico con familia, amigos o pareja.
Es algo intrínseco a los vallisoletanos, porque nos encanta irnos de tapas y en esa ruta la croqueta no puede faltar. Cuando viene familia, amigos de fuera o simplemente conocemos un turista, es una de las recomendaciones en casi el 90% de las ocasiones. Qué es Valladolid sin sus tapas y qué es Valladolid sin su croqueta.
Y, por supuesto, qué es Valladolid sin las croquetas del Bar El Corcho. A buen seguro la gran mayoría habéis acertado antes de llegar hasta aquí. La melosidad, el jamón y el crujiente de 'la croqueta del Corcho' es inigualable en esta ciudad. Durante todos estos años se ha convertido en una parada obligatoria para pucelanos y visitantes.
Una seña de identidad que han elevado a El Corcho hasta uno de los bares referencia de la ciudad del Pisuerga. No se entiende ir a tomar algo por centro sin pasar por aquí. Son pocos los que resisten a tomarse un vino o una caña en este lugar y no acompañarlo con una croqueta. Quizás solo sean quienes acaban aquí al estar de pasada y no la conocen, se puede afirmar con poco lugar a equivocación.
El debate es pequeño, pues hay prácticamente unanimidad entre los vecinos de la ciudad en cuál es la mejor croqueta. Y eso es buen termómetro para saber que acudir hasta El Corcho es un acierto asegurado.
Es más, también basta con buscar en cualquier buscador las palabras 'croqueta' y 'Valladolid'. Google y compañía, que no son precisamente tontos, lo tienen claro. Entre los primeros resultados siempre está El Corcho, sin dejar ningún tipo de género de duda al respecto.
También en cualquier blog aficionado o, incluso, expertos gastronómicos. Todos eligen El Corcho como la mejor. La bechamel es prácticamente una religión aquí y eso ha hecho que hayan llegado hasta aquí, tras infinidad de años de trabajo para tratar de convertirse en La Meca de la croqueta vallisoletana. Lo han conseguido.
Ahora bien, como se indicaba unos párrafos arriba, la gastronomía de Valladolid es sinónima de calidad y buen hacer. Además de El Corcho, también existen otros lugares donde se pueden comer deliciosas croquetas.
Es el caso del Bar Ceyjo o El Piraña. Otros dos eruditos de la croqueta que también conocidos por este plato, especialmente el primero de ellos.
De la forma que sea, y en definitiva, Valladolid es un buen lugar para disfrutar de la croqueta. Un alimento único que siempre está en la lista de favoritos de cualquier persona.