La Fundación Franz Weber considera que la Concejalía de Cultura no tiene “ninguna idea de peso” para poner en marcha durante el presente mandato, después de conocer la intención del Ayuntamiento de Valladolid de reabrir el ruinoso museo taurino, cerrado en 2015.
Según la Fundación, “la supuesta revitalización que busca el consistorio tiene que superar un número de visitas ridículo: 2.400 entradas al año y que supuso un coste de 465.000 euros en equipamiento para su apertura (2007) a pesar del nulo interés ciudadano que cosechó el proyecto desde su inicio. Tampoco el turismo que visitaba la ciudad en el periodo 2007-2016 se interesó por este espacio de más 700 metros cuadrados dedicado a una industria de crueldad hacia los animales”.
Únicamente el “lobby taurino” ha aplaudido una propuesta “condenada al fracaso”, que ni ha recibido “proyecto alguno del sector privado en casi nueve años, lo que evidencia la falta de rentabilidad del mismo, que dependía de los subsidios municipales para mantenerse abierto”.
Los naturalistas cargan contra planteamientos que únicamente benefician a una ultraminoría aficionada a las corridas de toros. “Así se entiende el patrocinio de la feria taurina de 'Nuestra Señora de San Lorenzo', cuyo dispendio público municipal y autonónomico se desconoce a día de hoy, y que engrosará la lista cada vez más larga de apoyos institucionales a la tauromaquia en Castilla y León.”
En su momento FFW también calificó de peregrina el anuncio de abrir una escuela taurina en la ciudad o el fomento de un supuesto "campeonato mundial" de recortadores taurinos cuando cientos de familias están más preocupadas por el pago de su hipoteca o de la cesta de la compra que de pagar la entrada de estas "ocurrencias" del Gobierno local.